Crónica de una Jornada inolvidable:
¡el V Congreso de Cuntis!  



Sencillamente decorada, la Urna nos dio cita el día 6















Previamente a la crónica que vamos a dedicar gustosamente al V Congreso, queremos decir una palabra acerca del día 6 de octubre, que es en realidad el día en que desde tiempos lejanos la Comunidad ha celebrado siempre la fiesta de nuestra Venerable Madre Mª Antonia de Jesús. Es “la otra cara de la moneda” con la que procuramos todos honrar a tan gloriosa carmelita fundadora, la parte que sus hijas le dedicamos con profundo amor, veneración y gratitud, por los bienes que a través de su santidad de vida y doctrina nos ha conquistado, y que hasta el presente, a lo largo de tres siglos, se han mantenido vivos, dándonos la oportunidad de vivir esta vocación preciosa en el centro geográfico y espiritual de Galicia: ¡la Ciudad del Santo Apóstol Santiago! Así pues, en el día 6, después de la Misa Conventual cantada, y resaltada la figura señera de nuestra Madre por Don Víctor Maroño, nos dirigimos comunitariamente hasta el claustro, con las capas blancas y llevando todavía a Jesús en el corazón, para arrodillarnos frente a la Santa Urna que contiene sus Restos mortales. Allí hemos rezado con ella y a ella, en un pronunciado silencio donde cada una desgranaba sus intenciones, y teniendo muy presentes a todos los que se acogen a su protección e intercesión, aunque nosotras no lo sepamos visiblemente. Para todos ha habido un recuerdo y una petición cálida, cargada de confianza y amor hacia la Madre. No nos detenemos en más detalles, para dar paso hoy a la crónica, con la promesa de que en otra ocasión dedicaremos una página a las celebraciones internas del monasterio. ¡Comienza así el relato!:

Don Antonio, padre Augusto y el Sr. párroco, respectivamente.
    Terminados ya los Actos que han jalonado este año el nuevo Congreso en su tierra natal de Cuntis, la Madre Mª Antonia nos ha llenado una vez más de esperanza, alegría y consuelo el corazón. Qué verdad es aquello de que la intercesión de los santos nunca se queda infecunda: se diría –hablando en un lenguaje sencillo- que están “como deseando” que nos acordemos de ellos, que les pidamos favores, ayuda, comprensión… Precisamente este año, la Ponencia principal en la Casa da Cultura, impartida por el padre Carmelita Descalzo Agustín Guerra, ha girado meticulosamente en torno a este tema que en Madre María Antonia es muy pronunciado: su enorme capacidad de superación en las duras pruebas de la vida… La suya, efectivamente, fue discurriendo en medio de notables sufrimientos, tanto interiores como exteriores, y el padre Augusto, conocedor –si cabe- de los más eximios de nuestra Sierva de Dios en estos tiempos (en sus años de estudiante carmelita acompañó el trabajo de padre Evaristo en su composición del libro La Monjita del Penedo”, y también los trabajos de la Tesis doctoral sobre Mª Antonia de padre Isidoro de San José), ha sabido presentar a los asistentes esta faceta de superación de las dificultades con gran destreza, ponderando no sólo la fortaleza y la fe de la Sierva de Dios, sino acercándola a nuestras vidas como modelo comprensible, al que es posible imitar y seguir, porque es un modelo accesible: Mª Antonia es una persona ante todo humana y profundamente arraigada en la realidad. Cuanto más mística y elevada la descubrimos en su trato con Dios, tanto más sencilla y humilde quiere ponerse ante nuestros ojos, puesto que su vida espiritual se forjó precisamente en esos acontecimientos humanos no siempre favorables. ¡Agradecemos, pues,  al querido padre Augusto Guerra su esmerada y prolija exposición!

Padre Augusto, disfrutando de la serenidad del Penedo...
    Antes de pronunciar su conferencia, el párroco de la villa, don Juan Carlos Martínez Mariño, en sus palabras de acogida y de bienvenida a todos, presentó el texto de una carta que nuestra Hna. Archivera, ya fallecida, había dirigido al anterior párroco de Santa María, el benemérito don Manuel Canabal, en donde le adjuntaba algunos testimonios de la época de la muerte de la Sierva de Dios, testimonios de personas del lugar que fueron sometidas a un cuestionario eclesiástico con vistas ya entonces a la canonización de la carmelita fundadora de Santiago. ¡Resultó sumamente ameno este florilegio de testimonios, hasta simpáticos y enxebres, que fueron acogidos con la sonrisa de todo el público!

¡Esta será la camiseta-distintivo que lucirán los amigos de la Madre!
    Llegados a este punto de la mañana, don Antonio Pena Abal, promotor y realizador principal de estos Congresos y de otras muchas iniciativas en todo lo que se refiera a Madre Mª Antonia de Jesús, hizo la presentación de la nueva Asociación que se acaba de fundar a favor de la Sierva de Dios, y que lleva el nombre de “Amigos da Monxiña do Penedo”. Es este un importante momento que ha interesado mucho a todos, pues nos permite encauzar el fervor y la devoción hacia Mª Antonia, en unión de fuerzas, y sin ningún compromiso, dada la sencillez de sus estructuras. Nos parece estupenda esta Asociación de Amigos. Lo único que deseamos es que pueda contar con innúmeros miembros, sin importar edades, profesiones, posibilidades ni nada que pueda obstaculizar pertenecer a nuestro grupo. Les anticipamos que todo el que lo desee, no tiene más que decírnoslo o bien a nosotras en la dirección del e-mail del Blog, o bien al propio don Antonio Pena. Pero de esta Asociación hablaremos D. M. en una próxima entrada, facilitando más datos.
         La Comunidad estaba deseosa de obsequiar de alguna manera a los amigos de nuestra Madre Mª Antonia, de manera que –¡guardando muy bien “el secreto”!- nuestros más fieles colaboradores del convento, presentaron unas camisetas impresas con la imagen del perfil de la Sierva de Dios, y el fondo de la fachada de nuestro Monasterio. La verdad es que quedaron muy bonitas, y para nosotras resultó encantador poder participar de la alegría que reinaba entre los asistentes. Nos comentaron después que el reparto de camisetas, en un ambiente desenfadado y feliz, hizo pasar a todos un rato estupendo. ¡Cómo se habrá alegrado Mª Antonia –en su humildad- de verse así acogida, ella que era una mujer de una alegría siempre pronta y contagiosa!
¡Dos miembros de la nueva Asociación! 
        Quizás nos estamos extendiendo demasiado en esta crónica. Contamos con la benevolencia de nuestros sufridos y pacientes lectores. ¡Todo nos parece poco para compartir, cuando se trata de Madre Mª Antonia!...
        Entrados ya en el mediodía, -por cierto, que aunque en Santiago el sol se hizo esperar, amaneciendo con una niebla espesa, en Cuntis brilló espléndidamente desde la primera hora de la mañana-, se efectuó el delicioso paseo que conduce propiamente hasta el Penedo, el lugar que conserva las ruinas de lo que fue la casa natal de Mª Antonia, donde sus padres se asentaron en una propiedad donde había dos molinos, tres batanes, y muchos árboles frutales, por estar envidiablemente situada en las orillas del Umia, en un tramo tranquilo y sereno de las aguas…

Paseando a la vera del río, igual que lo habrá hecho
 la niña Mª Antonia: ¡qué maravilla!
Atisbando el misterio
 de estas ruinas centenarias...



















      Por la tarde, como estaba previsto, un autobús completo de gente se trasladó desde allí a nuestra Iglesia. Las Hermanas esperábamos este Acto con ilusión y agradecimiento a la Providencia, que mueve los corazones para que la Madre sea muy querida y venerada en su propia tierra de Galicia.
     Asistimos desde el coro alto. Presidió todos los diferentes pasos de la paraliturgia don Víctor Sánchez Lado, otro fidelísimo admirador y conocedor de la Madre Mª Antonia, que en el Blog de su parroquia de San Cayetano –siempre muy concurrido-, nos ha contado su primer encuentro con ella y cómo le impactó con su vida y escritos. Don Víctor resultó igualmente cercano a los fieles participantes, que escucharon en profundo silencio y con atención cuatro textos escogidos que las Hermanas iban desgranando como lecturas en las que la misma Madre Mª Antonia parecía hablar por sus labios. Estos textos hacían referencia a momentos de su vida en los que practicó la misericordia y la caridad; también resultó encantadora la descripción que hace de sus visitas al Santísimo con su hijita de dos años, Leonor. En otra ocasión pondremos algunos de estos textos a su alcance, pues vale la pena y ayudan a conocer la calidad humana de Mª Antonia como madre y vecina solícita.
Lateral de la Iglesia donde se venera la sepultura, adornada.
     Tras la proclamación del Evangelio (se escogió muy acertadamente el de la parábola de las vírgenes necias y prudentes), don Víctor enmarcó muy bien cuanto estábamos viviendo, e hizo resaltar algunas ideas que le habían sugerido las lecturas de los textos de Madre Mª Antonia. El enfoque iba en relación con temas asequibles a las gentes de hoy que –como ayer- tienen que dar una educación cristiana a sus hijos desde la infancia, y también orientar el corazón en una oración limpia y constante hacia el Buen Dios, porque de ahí sacaremos fuerzas para la superación de las pruebas y dificultades de las que se hablaron aquella mañana. ¡Fue por tanto su homilía como una “rúbrica litúrgica” para animarnos en nuestros propios caminos de santidad!
         La ofrenda floral se hizo con suma sencillez. Las Hermanas habíamos colocado ante la lápida de su sepulcro un hermoso cuadro pintado por una Carmelita del Carmelo de León, muy bello y cargado de simbolismos, con unos adornos y una columna donde don Antonio Pena Abal colocó la tarrina con mucha devoción, honrando a “nosa santiña” con inmenso cariño en nombre de todos…
       Todo esto se desarrolló en medio de cantos interpretados por la Comunidad, y la despedida resultó entrañable, con una canto a nuestra Madre Santísima del Carmen, como no podía ser menos.

Detalle del lienzo, expresivo en su elegancia.
       En el locutorio habíamos preparado unas pastas y alguna bebida, y fue el momento para encontrarnos la comunidad con los venidos desde Cuntis y alrededores. También había personas de aquí de Santiago. Se les veía un tanto tímidos, tal vez impresionados por el ambiente de recogimiento que había reinado en la Iglesia, pero encarecieron mucho su gratitud por todo, ¡y por la sorpresa de las camisetas, que tanto les ha gustado!

         Dejamos aquí ya esta crónica posiblemente demasiado larga. Pensamos que a todos nos hace bien leer estas cosas que, por ser en extremo celebraciones sencillas, suelen marcar mucho más a fondo nuestros corazones. Se diría que es cumplir mejor lo que deseaba Jesús al decirle a la Samaritana: que adorásemos a Dios “en espíritu y en verdad”. ¡Quiera la Virgen María enseñarnos esta sencillez y esta adoración de los pequeñuelos, para que como la Madre Mª Antonia, lleguemos a la Comunión más íntima y fecunda con Dios, nuestro Señor!

Atardecer sobre el Monte Pedroso el 8 de Octubre de 2016...
¡Este era el aspecto que el cielo quiso regalarnos cuando nos retiramos a descansar a nuestras celdas, después de haber gozado con las celebraciones dedicadas a nuestra Madre Queridísima, 
María Antonia de Jesús!



¡Por fin, Sor Isabel de la Trinidad, canonizada!

         El Carmelo teresiano se viste de gala y alegría, porque este próximo domingo, 16, será D. M. canonizada por Su Santidad el Papa Francisco. Nos complace compartir en el Blog con todos nuestros amigos y devotos de Madre Mª Antonia dedicarle una muy breve reflexión desde la perspectiva de posibles coincidencias entre ambas carmelitas: ¡la de Dijon y la gallega!

          Isabel de la Trinidad (1880-1906), fue beatificada en 1984 por san Juan Pablo II, quien la describió como "un ser rebosante de dones naturales, inteligente y sensible, pianista realizada [...]. Isabel se sabe habitada en lo más íntimo por la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu".
Madre Mª Antonia de Jesús escribe: "Veía dentro de mi corazón a toda la Santísima Trinidad, que se acomodó con toda su grandeza a la pequeñez de mi alma y corazón".

La Santa de Dijon deseaba "ser transformada en Jesucristo [...] para que el Padre al contemplarme pueda reconocer en mí la imagen de su Hijo muy amado en quien tiene todas sus complacencias" (El cielo en la tierra, día tercero).

En la Madre Mª Antonia de Jesús se complacía el Padre: "Tú, hija mía, eres el campo de mis delicias y el espejo adonde se mira mi rostro, pues eres vivo retrato de mi Hijo amado" (Nota Espiritual, 12-09-1729).
Otro punto en común entre ambas fue su afición musical: Isabel, un genio para la música, volcaba en el piano la gran riqueza de su mundo interior; María Antonia gustaba de oír música -"sobre todo si era buena" (Autobiografía)-, "porque le llevaba a Dios" (Declaración de Madre Mª Manuela de la Cruz).

 
En esta emblemática fecha, pues, de la Canonización de Sor Isabel de la Trinidad, todos nos congratulamos junto con la Orden del Monte Carmelo. ¿Estará cercana también la fecha ansiada de la beatificación de nuestra Monxiña do Penedo? Todo parece indicar que Dios la desea presentar ante el mundo como una intercesora poderosa y agradable ante sus ojos. 
Nosotros invoquemos mucho su protección. Y de nuevo hacemos un ferviente llamamiento para que sigamos rezando por esa madre de familia gravísimamente enferma, que no cesa de admirarnos por su tesón y su entrega al apostolado infatigable como creyente que en su enfermedad ha conocido el Amor de Dios, y desea comunicarlo y pregonarlo desde su confianza puesta en la Madre Mª Antonia de Jesús. 

          ¡Madre Mª Antonia: no defraudes nuestra esperanza! Amén.