FAVORES

¡Abres Tú la Mano, Señor, y Sacias 

de Favores a  todo viviente!  (S. 144)

  En este apartado que hemos dedicado preferentemente para comunicar los “FAVORES”, desearíamos ofrecer a nuestros visitantes y amigos de Madre María Antonia la fluida estela de gracias y beneficios que va derramando con su bondad acostumbrada a cuantos acuden en busca de su ayuda y protección. Que la experiencia de todas estas personas, que quieren consignar con el aroma de su agradecimiento estos favores que tanto les han confortado, nos anime a todos a no cejar en nuestro empeño de acudir a ella, para que su corazón compasivo –que se pudo dilatar consolando a tantas personas durante su vida terrena-, pueda seguir haciendo el bien y confortando a todos los que seguimos nuestro camino hacia la Patria entre las dificultades y angustias de la vida, y los consuelos de la gracia y las “caricias” de Dios. Así nos lo revelan los siguientes testimonios de estos beneficios de la Sierva de Dios:

• Petición de favor a Madre María Antonia de Jesús (25-Abril-2021)
Estimada Madre,
Solo unas líneas para informarles de que he rezado una novena a la Venerable Madre María Antonia de Jesús -con la oración de la estampa- del 14 al 22 de abril pidiendo una curación "imposible": que a mi hermano J.R.G.B., de 62 años, le desaparezcan las peligrosas secuelas dejadas por una rotura de aorta en enero de 2020, a la que sobrevivió entonces gracias a una larga operación quirúrgica de alto riesgo en el Centro Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela.

Hay otras personas rezando por él, para que no le pase nada. Pero lo que yo he pedido a la Madre María Antonia es que solucione de raíz la causa de su peligro y de la preocupación de toda la familia.
Un cordial saludo
J. V. G. B. (Santiago de Compostela)

• Deseo por medio de estas líneas, dejar constancia de un gran favor que me ha hecho la Venerable Madre María Antonia de Jesús, a la cual recurrí pidiéndole ayuda a través de mi oración y la de las MM. Carmelitas del Convento de Santiago de Compostela.

El problema que se presentaba era el siguiente:

La empresa en la que trabajaba mi yerno anunció un ERRE, por el que había muchas posibilidades de que este familiar se viese afectado.

Gracias a Dios y a la intercesión de la Venerable María Antonia de Jesús, esta persona no ha sido despedida por el reajuste llevado a cabo y allí continúa en su puesto de trabajo.

¡Gracias, María Antonia de Jesús! R.G.B. (Santiago de Compostela)

• (4-febrero-2020).  Escribo estas líneas para comentar que mi hija Esperanza Macarena, de 33 años de edad, después de haber cursado la licenciatura de Derecho y dos Master (dos años cada uno de ellos),

Cuadro al óleo que se menciona en este relato.

estaba sin trabajo y muy desilusionada, pues lo único que consiguió fue una propuesta de abogados en un bufete de la ciudad de Vigo, con una remuneración de 300€ al mes, dedicados a la locomoción o desplazamiento. Es decir: trabajar gratis.

Decepcionada y casi deprimida por tal hecho, le aconsejé que se pusiese a estudiar alguna oposición. Mi hija se inscribió para opositar diversas plazas de funcionario para varias categorías profesionales que la Xunta de Galicia sacó a concurso: al grupo superior (A1), al intermedio (A 2) y para administrativo (C 2). Pues bien, le comenté esto a nuestra madre del Carmelo de Santiago de Compostela  y me dijo que todas las Hermanas rezarían por ella.

Ntra. Madre del Carmelo de Santiago me sugirió que yo hiciese la Novena a la Virgen del Carmen (era el mes de julio), cosa que hice, y que rogase la gracia mediante la invocación a la Madre María Antonia de Jesús, fundadora del Carmelo de Santiago, para que intercediera ante Dios por mi hija, para que le diese fuerzas para poder sobrellevar el esfuerzo intelectual de estudiar diez horas diarias, descansando solo los domingos.

Durante el tiempo que mi hija ha estado inmersa en los estudios de las oposiciones, y después en los días que tenía exámenes, rogaba a la Madre María Antonia de Jesús que intercediera ante Dios para que ella fuese a los exámenes tranquila, sin nerviosismo, así como que iluminara a los examinadores a la hora de proceder a la corrección de los mismos. Ello lo hacía con un crucifijo apoyado sobre un libro que recoge la Vida de la Madre María Antonia en mis manos, y arrodillado ante un cuadro de la Virgen del Carmen que tengo en mi despacho, y que me regalaron las Hermanas del Carmelo, pintado por una hermana de dicho convento. Dicho cuadro, además de ser pictóricamente una preciosidad, denota su gran calidad artística.

A lo largo del extenso periodo de pruebas de exámenes, he ido recibiendo la grata noticia de que ha ido aprobando los exámenes de las tres categorías, aunque después decidió dejar la oposición de administrativo para centrarse en las más duras: el A 1 y el A 2. La campana de la alegría sonó el pasado día 30 de enero, al aparecer publicada en la Web de la Xunta el resultado del tercer examen del grupo superior, en el que figuraba mi hija como una de las que aprobaron la oposición a funcionaria de la Xunta en la categoría de Cuerpo Superior de Gestión. Y además con un excelente puesto, el nº 4. Esta era la oposición que más ansiaba aprobar. Por sus conocimientos de la Lengua Galega, está exenta de realizar el cuarto y último examen del grupo superior, con lo cual le dan la máxima nota y queda en ese cuarto puesto.

Merced a lo expuesto, considero que, gracias a la intercesión ante Dios de la Madre María Antonia de Jesús y los rezos de todas las Hermanas del Carmelo de Santiago, Dios le ha otorgado a mi hija las fuerzas necesarias para poder sobrellevar tal presión mental e intelectual, dando como resultado la obtención de la plaza.

He de decir también que sigo rezando cada noche antes de acostarme a la Madre María Antonia y a la Virgen del Carmen para darles las gracias por tal intercesión.

Por tanto, en estas líneas dejo constancia de mi inmensa gratitud; especialmente a las Hermanas del Carmelo de Santiago les digo que, desde que entré por primera vez en su convento en mi condición de enfermero de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria, noté el calor de su calidad humana y religiosa, por lo que despertó en mi un especial cariño por todas ellas.

Tanto su madre como yo quedamos inmensamente agradecidos. Que Dios las bendiga a todas. (S. I. J.)       

• Con fecha reciente del 2 de febrero de 2017, recibimos esta maravillosa relación del encuentro de una persona que ha recibido de M. Mª Antonia una avalancha de gracias acogidas con gozoso estupor. Que a todos nos anime ver la disposición con la que nuestra Venerable Madre está inclinándose hacia nuestros problemas, agobios, enfermedades... ¡Gracias por este testimonio tan amistoso y confortador!:

    "Buenas noches, tengo dudas si es el lugar adecuado al que dirigirme, pero es la dirección que tengo en una postalita de la Madre Mª Antonia, la cual tomé de una Iglesia en un momento difícil de mi vida. Esa Iglesia, casualmente, era en la que me bautizaron. Creo que desde el día de mi bautizo no volví porque nos cambiamos de ciudad, aunque años más tarde regresamos, pero ya vivimos en otra dirección.

    Tengo anotado en esa postal, que aún conservo, 5 nombres; los cuatro primeros son familiares y el quinto es el de Santiago Apostol. Todo ello como referencia por la cantidad de cosas que me abrumaban gravemente y que todas mezcladas se las ofrecí a la Madre Mª Antonia para su intercesión y a favor de su Causa.

      En el mes de diciembre de 2013, había fallecido mi madre. En el mes de marzo de 2014 le detectaron un cáncer a mi mujer y en Junio la operaron (gracias a Dios todo salió bien), pero le tuvieron que extirpar un riñón. En el mes de noviembre de ese mismo año, mi hijo tuvo una crisis y tuvo que ser ingresado…

      Al año siguiente, durante el primer trimestre, llevaba a mi hijo a la consulta médica; mientras esperaba, salí a respirar un poco de aire, a estar un poco solo y reflexionar un poco en todo… A esas horas ya había oscurecido, así es que en el estado que me encontraba mimetizaba perfectamente con el anochecer. Salí a pasear y un poco más adelante estaba una Iglesia, quizá no hubiese llegado hasta ella si no fuese porque casualmente era la Iglesia en la que me habían bautizado; así es que aunque pensaba que estaría cerrada me llegué hasta ella, no sé, para hacer una visita y rezar algo y pedir algo de ayuda. Una vez dentro me encontré con la postal de la Madre María Antonia y me la guardé.

       En casa, miré la postal y la leí detenidamente. Entonces decidí poner todos estos asuntos que me tenían muy preocupado bajo su intercesión. Además en ese momento mi suegro se encontraba ingresado con una enfermedad de gravedad. Mi hija continuaba con sus estudios y este año tendría que terminar el proyecto de fin de carrera; y como es muy buena estudiante, no es que me preocupase el que no terminase sus estudios, aunque también lo contemplaba tal y como estaban aconteciendo las cosas. Lo que si me preocupaba es que tal como están los tiempos, una vez terminada su carrera, encontrase una salida laboral. Todas estas cosas llenaban completamente mi vida todos los días, en tanto que, cada cierto tiempo, mi mujer tenía que hacerse pruebas y más pruebas….

      Así que decidí incluir a la Madre en mis oraciones y, en cierto modo me encomendé a ella. Consciente de toda la situación que me rodeaba y aunque incluía también en mis oraciones cotidianas la petición de ayuda, le fui poniendo en su encomienda cada uno de los casos que me ocupaban. La verdad que todos se me acumulaban y me envolvían de una forma bastante desordenada, amontonada… Le pedí por lo más inmediato, el problema de mi suegro, le pedí por mi mujer, por mi hijo, por mi hija, etc. Con tal batiburrillo que tenía en mi cabeza me dije que cómo iba yo a llegar a saber si había sido su intercesión la que me dio ayuda le ofrecí todas y cada una de las causas, así sin más y para abundar más y poder discernir mejor, le pedí perdón pero todo ello se confirmaría si algún día me viese peregrinando en el camino hacia Santiago. Esto último sería la prueba fehaciente por la que me vería comprometido a aportar mi granito de arena por la Causa de Madre María Antonia. Yo mismo ponía todo en duda, aunque le prometía que si las cosas se ponían bien iría a Santiago andando, y sabía que eso era muy, muy difícil, puesto que ya lo había realizado hacía años y no tenía intención, ni ganas ninguna de ponerme otra vez a ello; además lo veía muy pero que muy complicado que lo llegase a hacer (en una palabra no me lo creía ni yo que lo consiguiese hacer; y no por nada, sino por la cantidad de problemas que tenía para poder hacerlo). En fin, hoy, aunque un poco tarde, pero a tiempo, me veo obligado a contar esto porque a día de hoy me viene a menudo cumplir con la promesa y el “trato” que había adquirido con Sor María Antonia y quiero olvidarlo. Fue en el mes de septiembre pasado que me vi en medio del camino a Santiago. Mi suegro había salido bien de una operación a vida o muerte, mi mujer realizó todas las pruebas y todo iba bien, mi hija terminó la carrera y pronto encontró trabajo; mi hijo mejoró sus problemas.

      En definitiva, como lo prometido es deuda, aquí me encuentro intentando aportar mi granito de arena por la Canonización de Madre María Antonia de Jesús.

     Quiero, así, agradecer la intercesión de Sor María Antonia de Jesús y ofrecer mis oraciones por su Causa.

       ¡Sea el Señor, alabado por todo!" (A.O.C.).

           • Esta otra carta es de suma importancia. Actualmente estamos estudiando con la postulación la posibilidad de considerarla apta para el milagro que se necesita para la Beatificación de la S.d.D.

  

Rogamos, pues a todos ustedes que con toda el alma sigan pidiendo al Señor con tanto interés y confianza este milagro a la Madre Mª Antonia de Jesús. ¡Y seamos muy agradecidos por lo mucho que nos ayuda! Seguimos con la lista de favores:

• […] Le hicimos la novena a la Madre María Antonia de Jesús, y al noveno día me apareció un trabajo de tres días en una empresa extranjera de coches; con lo que gané pude pagarme el electroencefalograma y la consulta (privada) del neurocirujano, que nos suponía bastante dinero. Fue la mano de “nuestra Madre” quien me dio aquello. ¡Muchísimas gracias, María Antonia de Jesús! (M.J.V.V.).

• Queridas Madres Carmelitas: Deseaba desde hace tiempo dejar constancia de lo que me ha ayudado nuestra queridísima “Monxiña do Penedo”, la Madre María Antonia, que tanto se ha preocupado por devolverme la paz, la alegría y la esperanza, en medio de algunas adversidades que me tenían muy abatida. Para resumir la situación en que me encontraba, les diré que mi matrimonio, hasta entonces tan unido y feliz, sufrió un revés doloroso, por la infidelidad de mi marido; a esto se juntó el quedarme de repente sin el trabajo que –ahora más que nunca- necesitaba. Me vi realmente agobiada para afrontar un problema económico tan urgente, y un niño tan pequeño todavía… Mi madre, que conoce y quiere tanto a ese Carmelo, me ofreció una reliquia de la Madre María Antonia y me dijo que la íbamos a rezar  (su oración) las dos con mucha confianza, uniéndonos a las oraciones de las Carmelitas. Creo que ese mismo día, o quizás al siguiente, no recuerdo con exactitud, me llamó una amiga por teléfono ofreciéndome un trabajo en su comercio de juguetería, y este favor tan grande -que me pareció venido de la Madre María Antonia-, me conmovió profundamente. Lo más llamativo es que mi madre, al comunicárselo de palabra a ustedes, se enteró de que, por lo visto, para conceder trabajos es la intercesora ideal. Decía ella con gracia que, a lo mejor para las enfermedades se hace un poco lenta, pero para los trabajos tanto de jóvenes como de adultos, es una maravilla. ¡Animémonos todos, en estos tiempos de tanto agobio por “la crisis”, a implorar un trabajo que nos devuelva, como lo ha hecho conmigo, la alegría y la paz! (F.D.U.).

• No sé cómo empezar. Sólo unas palabras para contarte lo que sucedió […] La cosa es que comencé a realizar la novena que me propusiste y el mismo día que recibí tu carta, el 8 de septiembre Natividad de la Virgen María, recibí una llamada de la Diputación de La Coruña, ofreciéndome una plaza en la Recaudación de Ferrol con un contrato por seis meses pero con posibilidades de hacerme fija. ¡Sí, sí, oyes bien! Me quedé tan alucinada que todavía lo estoy […]. En resumen, comencé a trabajar al día siguiente y no he dejado de dar las gracias a Dios por haber oído mis oraciones,¡ he seguido haciendo la novena!, rogando que este trabajo me acerque más a Dios y a los que me rodean […]. Todavía hay otra noticia, y es que me van a enviar a Santiago dos meses en comisión de servicio: ¡qué grande es la poderosa intercesión de vuestra Fundadora! (M.C.G..).

 Si la Madre María Antonia intercede por Vds. y desean  compartir las gracias recibidas, pueden enviar sus noticias al correo de la Comunidad a fín de que las publiquemos en este Blog o al menos se conserven  en el archivo de Favores Recibidos. Gracias. 

        ¡Seguimos publicando los numerosos  favores!

.- Mi marido Luis, fue operado en el mes de enero de este año. El diagnóstico dado por los cirujanos, fue muy pesimista. Yo estaba muy disgustada por la gravedad de la situación. Acudí a las carmelitas descalzas para que me ayudaran y rezaran conmigo, con la esperanza de que se produjera un milagro. Ellas así lo hicieron. Yo también recé mucho a la Virgen del Carmen y a la fundadora del convento, la Madre María Antonia de Jesús. Fuimos escuchadas y el milagro se produjo, porque tres meses después el diagnóstico fue revisado por los médicos que nos dieron otro mucho más benigno. Quiero expresar mi profundo agradecimiento a Dios, la Virgen, y a la Madre María Antonia de Jesús. También a las Hermanas y Superiora del convento que fueron tan cariñosas conmigo en un momento tan duro. Nunca lo olvidaré. (Firmado:D.M) 

.- Reverendas Madres del convento del Carmen: 

Como se acerca la fiesta de la santísima Virgen del Carmen, con la ayuda de Dios pienso ir a la Santa Misa. Y, también, quiero comunicarle que he pedido a la Madre María Antonia de Jesús pidiera al Señor verme curada de una herida que tenía en la nariz. Gracias a Dios me desapareció. Perdóneme, reverenda Madre, si no sé expresarme. (Firmado: I. R.S)

.- Quiero mostrar mi agradecimiento a Madre María Antonia de Jesús por haber salido bien de una operación de la vista después de haber tenido antes de la intervención muchos problemas y dificultades, por fin me han podido operar con éxito, tanto que el médico me dijo “es un milagro que saliese tan bien.”. Agradecida lo publico. (Firmado: M. C.R).

.- El miércoles de Ceniza, le encomendé a los favores de Madre María Antonia de Jesús, fundadora del Convento y a favor de su Beatificación, a mi mujer, Josefa Esther. Ahora le comunico su recuperación. Aunque esta es lenta, va siendo positiva. Hoy le doy las gracias y también le encomiendo a un amigo con cáncer de laringe. Ruego una oración por él y por otra persona con problemas articulares y auditivos. Gracias. (Firmado: A. P.S)

• Queridas madres: Aceptad este pequeño regalo que os enviamos mi amiga Gloria y yo para que mañana podáis celebrar la Natividad de la Virgen. Gloria está encantada por haber aprobado las oposiciones, y ahora sólo le falta saber el destino, que ojalá, y si Dios quiere, sea cerca de Santiago.

.- Hace justo un año, y con motivo de la Natividad de la Virgen hicimos una pequeña novena a Madre María Antonia para que ella, Gloria, y otra amiga, consiguiesen un trabajo. Por fin, Dios nos ha oído. [...] Un saludo a toda la comunidad, y decirte que quedo a vuestra disposición como siempre. M. y G. (Santiago)

• […] A finales de verano, por casualidad, cayó en mi poder un periódico que traía un artículo sobre la madre fundadora del convento de Santiago, de la cual según decía, está próxima su canonización. En esa ocasión tenía yo una hija muy mal de una ciática con fuertes dolores, pedí a la Madre que intercediera al Señor para que mi hija se curara, y en pocos días se puso bien, sabiendo que esta enfermedad es muy larga. Agradecida mando esa pequeña cantidad para ayuda a los gastos de su Canonización. (Anónimo).

• Doy gracias a Madre María Antonia por un favor: salir bien mi hija de una operación de vesícula complicada. A. C. G. (Salamanca).

.- Queremos agradecer a Madre María Antonia el gran favor que hizo a una hermana de nuestra comunidad: Había sufrido una operación seria. Después de muchos meses seguía teniendo abierto un punto y le supuraba. El médico decía habría que volver a quirófano. Ante su impotencia, pues le impedía trabajar y moverse con soltura, acudió con fe plena a Madre María Antonia suplicándole que, si era voluntad de Dios, pudiese cerrarse aquello sin tener que volver a quirófano. Sintió la certeza de que era escuchada. Cuando volvieron las enfermeras a hacer la cura, estaba todo completamente curado. Era la fe y el amor en la Madre María Antonia y la demostración de su intercesión ante el Señor. Damos las gracias públicamente para gloria de Madre María Antonia. (Anónimo. Santiago de Compostela).

• Agradecen también desde Bollene, Francia, a la intercesión de Madre María Antonia de Jesús, el haber conseguido de nuevo ser incorporada al trabajo cuando ya no había esperanza de ser reanudado el contrato por reajuste de plantilla en la empresa, y haberle encomendado a ella la incorporación. Dan las gracias y siguen encomendándole todos los problemas laborales que tan bien comprende desde el cielo Madre María Antonia. 

• He encomendado a mi marido, enfermo, a la Sierva de Dios, y fui escuchada prontamente aliviando al enfermo y confortándole en su dolencia, por lo que encomendé también a mi nieta, gravemente enferma. He aumentado mi fe en la intercesión de la Sierva de Dios. Ayúdenme a alcanzar la curación de esta niña. (C. R. Santiago).

• Queridas madres: Acepten este pequeño regalo (250 e.) para ayuda de la Causa de Madre María Antonia. Saben que quedo a su disposición, como siempre, en todo cuanto necesite la Causa. Encomienden a toda la Familia. Muy agradecido. A. V.

• “Hoy, día 16 enero de 1998, a las 4 de la tarde, se presentó en nuestro locutorio D. Manuel Canabal Castro, cura párroco de Santa María de los Baños de Cuntis, a contarme lo siguiente: Un día de la semana pasada se reunieron en una casa de Cuntis unas 15 personas que celebraron con él y con un seminarista negro de Tanzania que este año le asiste, una fiestecita. A eso de las 9 de la noche, el cura párroco regresó a su casa dejando a los de la reunión. Éstos eran personas mayores que habían formado en sus tiempos una antigua banda de música para cantar en las fiestas de los pueblos de por allí y por aquella parte de la provincia de Pontevedra. Entre ellos estaba José Poceiro, de 78 años de edad, vecino de Pontevedra, contrabajo, que llevaba su instrumento y un acordeón consigo en su coche. Los de esa fiesta que se habían reunido, tras la marcha del Cura de Cuntis, permanecieron algún tiempo más juntos. José Poceiro tomó su coche y, saliendo en él por el camino para atravesar el Puente Taboada sobre el río Umia, en el mismo lugar donde nace el senderillo que va al Penedo, enfiló por allí el vehículo sin dirigirse hacia el puente para pasar sobre el río. El coche se precipitó en el Umia, donde empujado por la corriente hacia una poza profunda del mismo río, permaneció oculto bajo sus aguas más de una semana al cabo de la cual por medio de varios buzos, se dio con él, y con cables, tractor y camiones se alzó el coche, que quedó totalmente inservible.

        ¿Qué había sucedido mientras tanto a José Poceiro?

      Ni él sabe decirlo. Al parecer no se encontaba dentro del coche  cuando éste se precipitó cuesta abajo hasta llegar al río (no hubiera podido resistir el empuje del descenso y abrir la puerta del vehículo) y ni aún, se piensa, cayó al comienzo de este descenso, que hubo de ser muy precipitado y rápido. A la misma entrada del camino que va hacia O Penedo, José Poceiro de pie y sin abrigo alguno permaneció sin moverse durante doce horas, hasta la mañana siguiente, recibiendo con el frío y oscuridad de la noche la abundante lluvia que empapó del todo sus vestidos. Excepto el susto y algunos rasguños no le quedó de aquella noche pasada en O Penedo, lugar del nacimiento de la Sierva de Dios, Madre María Antonia de Jesús, ninguna otra señal”. (H. I.)

Parroquia de Malpica (Galicia), sede del autor de este favor

•  «Conozco un favor atribuido a su intercesión [de la Madre María Antonia] que me ocurrió a mí. A los veintidós años, habiendo sido sacristán del Carmen, hubo una pelea a causa de la cual me cortaron varias venas y arterias en la sien izquierda con una navaja de afeitar. Corriendo llegué al Hospital General, donde me atendió el Dr. Echeverri, y allí me cosió y quedé internado tres días. Estando en el Hospital General, las MM. Carmelitas enviaron una pequeña papelina con un paño tocado al cráneo de la Sierva de Dios, que yo coloqué entre la venda y mi cuero cabelludo. A los tres días fui llevado a la cárcel, en el Palacio de Rajoy, donde estuve diecisiete días solo, en una cama y sin ropa de abrigo porque mi familia la había llevado a la tintorería. Pasados diecisiete días, me levantaron la incomunicación y allí permanecí aún dos meses con los demás presos. Siempre, en el tiempo que tuve la cabeza vendada, me acompañó la papelina del paño tocado al cráneo de la Sierva de Dios. No hubo otras medicinas, a no ser el frío que influyó en la fiebre y la comida que me enviaba la familia». (B.R.).