CANONIZACIÓN

HISTORIA DE LA CAUSA DE BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN

1.1. Primer Proceso Informativo sobre vida y obra de Madre María Antonia de Jesús
Madre María Antonia de Jesús, fundadora del monasterio de carmelitas descalzas de Santiago de Compostela, falleció el diez de marzo de 1760. El mismo día de su entierro, la carmelita María Josefa de Jesús notificó a fray José de Jesús María su muerte:
«Quedo y quedamos todas con la gran pena de haberse nuestro Señor llevado para Sí a nuestra gran Madre María Antonia de Jesús, que a boca llena la podemos llamar santa […] Por parecer del médico no se hubiera enterrado hasta pasar ocho días, porque estaba su cuerpo muy factible; y después de haber 24 horas que había muerto le picaron el pie y echaba sangre como si estuviera viva […]. Y al tercer día volvió la sangre a salir de la misma suerte […]. Todos están pasmados al ver tales cosas maravillosas, todos enviaron a tocar sus rosarios y a pedir reliquias de nuestra difunta» (12-Marzo-1760).
Fray José informó a fray Pablo de la Concepción, general de la Orden, quien contesta: «He sentido la muerte de mi Madre María Antonia de Jesús, la que no dudo estará gozando de su Majestad, y me parecerá muy conveniente se haga información de los que la conocieron» (24-Marzo-1760). La respuesta de fray Pablo de la Concepción muestra el reconocimiento oficial de la Orden del Carmen de la virtuosa vida de la Venerable:
«Por cuanto me consta que en nuestro convento de religiosas carmelitas descalzas de la ciudad de Santiago de Galicia ha fallecido la Madre María Antonia de Jesús, su fundadora, con muchos créditos de virtud, y que la fama de su ejemplar vida, favores del Señor, con otros prodigios que se cree piadosamente haber obrado Dios por su intercesión, se ha extendido aun entre personas de fuera de la religión. Por tanto, para que en debida forma conste lo referido para lo que en derecho convenga, por la presente damos nuestra comisión, con plenaria potestad, según que de derecho se requiere en esta Causa, al padre fray José de Jesús María, prior de nuestro convento de Palencia, con facultad de substituirla, para que haga sobre el asunto la información necesaria en dicha comunidad de religiosas carmelitas descalzas, y examine otras cualesquiera personas, así religiosas como seculares, de la misma ciudad y de otras partes de aquel reino y fuera de él, donde juzgue conveniente que se hallaren noticiosas de la vida y hechos de dicha Madre María Antonia de Jesús» (ACCDSC, Informaciones II, f. 1).
Lo ordenado por Fray Pablo de la Concepción se llevó a cabo durante su generalato (1761–62). Testificaron: 10 frailes, 57 monjas, 15 sacerdotes y 53 seglares. El Acta autógrafa de los informantes se conserva en el Archivo Conventual de Carmelitas Descalzas de Santiago de Compostela en tres volúmenes (Copia Pública: VII-A; VII-B). Fray Simeón de la Sagrada Familia, Postulador general, en la carta dirigida al arzobispo de Santiago, fechada el 8 de mayo de 1988, manifiesta el interés que siempre tuvo la Orden del Carmen en la Beatificación de Madre María Antonia de Jesús:
«Varios han sido los intentos de la Orden del Carmen Descalzo, en los dos siglos largos que van después de la muerte de la Madre, para dar inicio a los trabajos en orden a la Canonización de la Sierva de Dios. Baste recordar el que podríamos llamar ‘Proceso’ por parte de la Orden en los años 1761-1762” (Positio: Carta 8-Mayo-1988).
Y explica, igualmente, los motivos que -a su parecer- influyeron para que este Proceso fuese interrumpido durante varios siglos:
«Pero la inseguridad social y religiosa de España desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta nuestros días por causa de guerras, revoluciones, exclaustraciones de religiosos y otros fenómenos, la lejanía y falta de comunicación de las tierras de Galicia con el Centro de la Orden Carmelitana en España, que estaba en Madrid, la falta de recursos ecomicos, y de personal dedicado a los trabajos de la Causa, hizo que no se hayan podido llevar a cabo hasta el presente los deseos que siempre ha habido en la Comunidad de Carmelitas Descalzas de Santiago de Compostela, en todo el pueblo gallego y en la Orden del Carmelo Teresiano, de comenzar jurídicamente ante las autoridades eclesiásticas la Causa de Canonización de la Madre María Antonia de Jesús” (Ibíd.).
Llegamos así a principios del siglo XX. Madre Aquilina del Sagrado Corazón –priora en estos momentos- escribe una carta a las Madres Dominicas de Loeches,  donde falleció Sor María Leonor de Santa Columba, la hija de Madre María Antonia, pidiendo se propague la divulgación de estampas y reliquias de la Venerable:
«Pidan VV.RR. al Señor manifieste su gloria, haciendo por su intercesión algunos milagros, a ver si se puede hacer algo en su Causa, ya que, casi sin procurarlo, hay quien se interesa por ella […]. Si ve que hay personas que la reciban con gusto [estampas, hojitas o reliquias] y acudan a ella, le mandaría más» (Carta del 29-Abril-1928).

2. Iniciación del Proceso Actual
2.1. Primera llamada de los fieles: las Cartas postulatorias.

A principios del año 1985, comenzaron a llegar numerosas cartas al señor arzobispo de Santiago de Compostela pidiendo la iniciación del Proceso de Beatificación y Canonización de Madre María Antonia de Jesús, muerta con fama de santidad en la ciudad del Apóstol Santiago, el día 10 de marzo de 1760. Estas cartas manifestaban la fama de santidad de la Sierva de Dios. El arzobispo (actualmente, cardenal emérito, don Antonio-María Rouco Varela) se personó en el Carmelo de Santiago; e indagó si la Comunidad intentaba promover o solicitar con alguna persona, fuera o dentro de la Orden, la canonización de su fundadora. La Comunidad quedó muy sorprendida; pero no menos admiró al arzobispo el que no hubiera intervenido absolutamente en este hecho.
Pronto se esclareció el origen de estas cartas postulatorias. En efecto, una religiosa de la Orden de San José de Cluny -Sor María José del Santísimo Sacramento-, en una carta sin fechar, dirigida a la priora del Carmelo de Santiago, da respuesta del origen de “las muchas cartas” que motivaron la reanudación del Proceso. Se trataba de que en su pueblo gallego ella suplicó la intercesión de Madre María Antonia para la sanación de un enfermo de cáncer terminal. Este chico se salvó milagrosamente, y todo el pueblo fue testigo, con lo cual, tanto sus padres como muchos vecinos de la localidad quisieron escribir, aconsejados por esta religiosa, al señor Arzobispo, para pedirle que se abriese el Proceso de Beartificación y Canonización de esta ilustre gallega en la Diócesis.

Por medio del delegado episcopal diocesano, fray Manuel Vázquez OFM, Mons. Rouco agradecía a la religiosa estas cartas petitorias, asegurándole que haría todo lo posible por cumplir los deseos expresados por tanta gente, a la que se habían sumado otras personas de Pozuelo de Alarcón (Madrid), lugar donde estaba destinada por su Instituto sor María José del Santísimo Sacramento.
     Aclaradas, pues, todas las dudas, el postulador general, padre Simeón de la Sagrada Familia, OCD, se personó en Santiago en el mes de noviembre del año 1986. P. Simeón pudo darse cuenta de la situación real existente en este caso concreto y de todas sus actuales posibilidades. Observó que se daba en la comunidad no sólo la evidente fama de santidad de su fundadora sino, juntamente con esto, un despertar del sueño largamente deseado de su glorificación, a la vez que un desconocimiento total de los  medios y trámites para lograrlo. Después de examinar la documentación de la Sierva de Dios que en su conjunto se conservaba en el Archivo del convento y se hallaba colocada en una mesa ante el padre, éste con gesto gráfico, indicó abundancia…
Finalmente, el día 14-11-1986 fiesta de los santos de la Orden del Carmen, el padre postulador general celebró la misa conventual cantada en el monasterio antes de volverse a Roma. Durante ella recordó a la Sierva de Dios y el inicio de su Causa que entonces se estaba perfilando y solicitó oraciones para que esta Causa llegase a su término, a fin de contar a Madre María Antonia de Jesús entre los santos de la Iglesia católica.
    
2.2 Primeros pasos
También en el mismo día de todos los santos de la Orden en el capítulo conventual de las carmelitas descalzas de Santiago, se obtuvo por votación secreta la unanimidad de votos de las capitulares para iniciar por parte del monasterio el Proceso Canónico de su fundadora. Después de esto a su vez, la Madre priora, junto con su consejo, solicitó al padre general de la Orden, fray Felipe Sáinz de Baranda, que la misma Orden se dignase asumir la dirección de la Causa de Canonización de Madre María Antonia de Jesús, por medio de su Postulador general. Esta petición, aprobada por el definitorio general en el día 1-12-1986, se trasmitió al padre postulador y fue aceptada por éste. En enero siguiente, 1987, estos resultados se hacen saber al señor arzobispo y a la Comunidad. En el mismo mes se comenzó por parte de la Comunidad con las disposiciones necesarias la iniciación de los trabajos del Proceso: sesiones de fotocopia realizadas dentro del monasterio, investigación en archivos foráneos y transcripción de textos. Se fotocopiaron todos los autógrafos de la Sierva de Dios, etc, etc.

D. José María Díaz Bustamante, 
nuestro insustituible amigo y colaborador
 desde los primeros trabajos del Proceso.
Comenzó entonces la transcripción mecanografiada de cada documento y su inclusión en diversas carpetas; al mismo tiempo se solicitaba información en los diferentes archivos la que, una vez obtenida, era inmediatamente mecanografiada  y catalogada después. Se comenzó con el archivo del monasterio cuyos primeros documentos corresponden a las obras autógrafas de la Sierva de Dios, tanto sus libros como sus cartas. Al mismo tiempo que se investigaba se ordenaba la documentación recibida en el archivo conventual. Después de las obras de la Sierva de Dios fueron transcritos los libros y documentos concernientes a la misma, como Informaciones, luego, los relativos a su Comunidad, Becerro, Profesión de Novicias, Elecciones y libro de Difuntas en los folios que hacían relación a la Sierva de Dios y a la Comunidad con la que convivió.

2.3 Inicio oficial del Proceso de Madre María Antonia de Jesús
En el día 15 de octubre, fiesta de santa Teresa de Jesús, recibido el informe de los teólogos censores de los escritos de la Sierva de Dios, S. E. Reverendísima, Mons. Rouco varela, por medio de una Carta a la Asamblea Diocesana, da a conocer a ésta su decisión de Iniciar la Causa de Canonización de la Madre María Antonia de Jesús (María Antonia Pereira y Andrade, 1700-1760) y nombra en el mismo día una Comisión Histórica con tres peritos que estudiarán la Causa. Para esta Comisión, Su Excelencia designó al M. I. Sr. don Jesús Precedo Lafuente, deán del cabildo compostelano, al doctor don Eugenio Romero Pose, entonces rector del seminario y al padre prior de los carmelitas descalzos de La Coruña, fray Mauricio Martín del Blanco, OCD, doctor en teología.
En el día 7 de junio de 1990, fiesta de la Santísima Trinidad, S. E. Reverendísima escribe al cardenal prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos en Roma solicitando el Nihil Obstat a fin de poder iniciar en la archidiócesis la Causa de Madre María Antonia de Jesús (María Antonia Pereira y Andrade) 1700-1760. El cardenal Felici, prefecto de esta Congregación, respondió a la carta de S. E. en el día 25 de julio del mismo año, festividad del Apóstol Santiago, nuestro Patrón, con la concesión solicitada.
El señor Arzobispo de Santiago, don Antonio María Rouco Varela, inicia con ello su actuación y acepta entonces la petición que, en el día 8 de mayo de 1988, le había presentado el postulador general; y en el día 19 de agosto de 1990, que coincide con el primer aniversario de la venida de Su Santidad el Papa Juan Pablo II a la ciudad del Apóstol para la IV Jornada Mundial de la Juventud, decreta la Introducción de la Causa de la Sierva de Dios, Madre María Antonia de Jesús (María Antonia Pereira y Andrade, 1700-1760).
Luego, dos años después, en el día 30 de diciembre de 1992, fiesta de la Traslación del Apóstol Santiago, su Excelencia Reverendísima nombra por un decreto el Tribunal para la Causa. Designa para su presidencia como Juez Delegado al Rdo Padre Manuel Vázquez Costa, OFM, nombra como Promotor de Justicia al Reverendo Padre fray Gaspar Calvo Moralejo, OFM, y como Notario-Actuario al Rdo Sr. D. Elisardo Temperán Villaverde, delegado de liturgia en esta diócesis.

3. Sesión de Apertura   
Los padres carmelitas, con sus capas blancas,
dando solemnidad al Acto
 La solemne sesión de Apertura del Proceso, presidida por su Excelencia el Reverendísimo Dr. Don Antonio María Rouco Varela, tuvo lugar al comienzo del Año Santo Compostelano de 1993, en el día 25 de enero y a la hora fijada, en la iglesia del convento fundado por la Sierva de Dios. Estaban allí presentes todos los miembros del Tribunal; el postulador general, el vice postulador de la Causa, varios padres carmelitas descalzos, presididos por el provincial de Burgos fray Aniano Álvarez, sacerdotes, religiosos y religiosas, también numerosos fieles, y en el coro bajo la comunidad del monasterio de carmelitas. La solemnidad de la sesión de Apertura del Proceso, realzada con la aceptación de cargos y con la impresionante ceremonia de sus respectivos juramentos, fue clausurada con las cálidas palabras de S. E. Reverendísima, que  nos hacían ver y sentir en esta ceremonia inicial, unidos a nosotros que la vivimos,  la presencia y los deseos de quienes conocieron en vida, y después las nuevas generaciones, a la Sierva de Dios. Destacó su  Excelencia también por todo ello que tan sólo al Santo Padre competía la decisión resolutiva y final.













 La sesión siguiente se celebró el día 28 del mismo mes de enero (1993), y las restantes sesiones hasta la décima octava, que tuvo lugar en el día 16 de octubre de 1995, se fueron continuando con el interrogatorio de los testigos. Tras esta prueba testifical se llegó, en el número de las sesiones del Proceso, a la vigésima tercera en el día 25 de febrero de 1996, en la que el nuevo arzobispo de Santiago, S. E. Reverendísima, el Doctor. D. Julián Barrio Barrio, asumió plenamente el Proceso y decretó su continuación, confirmando en cada uno de sus cargos a todos los que, hasta aquel día, habían venido participando en el desarrollo del mismo Proceso.


En esta misma sesión pues, el Juez delegado ordenó al Notario que, incluida el Acta de esta sesión, entregara al señor Arzobispo todas las Actas originales del Proceso con dos copias más auténticas de las mismas a fin de que S. E. señalase el día y el lugar de la Sesión de su Clausura.

4. Sesión de la Clausura del Proceso

Una vez recibidas las Actas, S. E. Mons. Julián Barrio, señala  por un decreto del día 20 de mayo de 1996, para la sesión de Clausura del Proceso el día 14 de junio de aquel mismo año, fiesta litúrgica del Corazón Sacratísimo de Jesús, y la iglesia de las carmelitas descalzas de Santiago de Compostela donde había tenido lugar la Sesión de su Apertura.
En este día, en la iglesia de carmelitas descalzas de Santiago de Compostela y a la hora señalada también por S. E., asistieron convocados y reunidos cada uno de los miembros del Tribunal de la Causa, mediante citación previa del vice Canciller del Arzobispado y, bajo la presidencia de Su Excelencia. Se hallaban presentes también el Postulador general de la Causa con el vice postulador, varios padres carmelitas más, sacerdotes, religiosos y religiosas, la comunidad de carmelitas descalzas en el coro bajo y en la iglesia numerosos fieles.

Inició esta sesión la lectura por parte del capellán del monasterio -don Daniel Cerqueiro Toribio- de una especie de íter que indicaba como iba a ser el desarrollo de la misma. Entonado por S. E. el Veni, Creator Spiritus fue proseguido por la asamblea hasta el fin del himno, del que S. E. cantó la oración.
Seguidamente, Mons Barrio Barrio pide al postulador general de la Orden su colaboración para encargarse de trasladar a la Congregación romana todo el Proceso Diocesano. A esta invitación de S. E. el padre Simeón de la Sagrada Familia, presta su juramento, que firma allí mismo, de presentar ambas copias a la Congregación para las Causas de los Santos en Roma; juntamente con el sobre de las Letras del Juez Delegado y del Promotor de Justicia, y del “Instrumentum Clausurae”. Ordenaron luego que el Proceso original, cerrado y sellado, se guarde cuidadosamente en el Archivo de la Curia Diocesana, y que no se abra sin permiso del señor Arzobispo. Y, asimismo, dispusieron que sus dos copias auténticas, cerradas y selladas, firmadas en la parte exterior por el Notario, fueran entregadas juntamente con el sobre de las Letras, al portador destinado. Todo lo cual fue firmado, rubricado y sellado por S. E. y cada uno de los miembros del Tribunal.

Con las cálidas palabras de S. E. sobre este Acto final del Proceso Canónico de la Sierva de Dios, Madre María Antonia de Jesús (María Antonia Pereira y Andrade, 1700-1760) se cierra éste en la Archidiócesis, mientras se van lacrando cada uno de los volúmenes en que está contenido. El número de volúmenes de que consta el Proceso, precedidos del primer libro o Trasunto del mismo, son once.

    Finalizado el Proceso en la Diócesis, se siguieron los posteriores trámites: el “Votum” o estudio preliminar sobre la validez jurídica de esta Causa, efectuado el 24 de julio de 1997. Su validez jurídica, aprobada en Roma en la Congregación para las Causas de los Santos el 25 de octubre de 1997. El 5 de noviembre de ese mismo año (1997), el Postulador General, Padre Ildefonso Moriones, pide a la Congregación el nombramiento de un Relator. A lo que responde la Congregación el día 5 de diciembre de 1997, nombrando Relator a monseñor José Luís Gutiérrez.

5. Elaboración de la Positio Super Vita, Virtutibus et Fama Sanctitatis

      Con la clausura del Proceso Diocesano, efectivamente, parecía que se cerraba una etapa. Pero era para dar comienzo a otra nueva, si cabe más exigente en cuanto a la dedicación y al reto que suponía, en la cual ya no se trataba de un trabajo meramente “de oficina”, es decir, de recopilación de documentos y transcripciones, o la elaboración de los volúmenes que formaron “el cuerpo” de todo el Proceso, sino que se iniciaba un período cuyo principal objetivo era la elaboración de la Positio Super Vita, Virtutibus et Fama Sanctitatis Servae Dei Mariae Antoniae A Iesu, Protocolo nº 1737. Es decir, la composición de lo que sería el documento-base sobre el cual las diferentes Comisones de la Congregación para los Santos harían el debido examen y discernimiento, con el fin de poder afirmar que la Sierva de Dios había vivido en grado heroico todas las virtudes cristianas.

Profesora María del Salvador con el P. Mauricio Martín.
  Esta elaboración de la Positio se realizó en un primer momento en el propio monasterio de Compostela. La inapreciable ayuda y colaboración de la doctora doña María del Salvador González Raposo, en la cuestión organizativa de los trabajos, junto con la no menos providencial y competente del doctor don José-María Díaz Bustamante, en la parte informática, se orientó hacia el ámbito de las virtudes de la Sierva de Dios. Casi todas las Hermanas participaron en este estudio minucioso: cada una de las virtudes teologales, cardinales, y sus derivadas, fueron examinadas a la luz de los escritos de la Madre, pero con el refrendo imprescindible de los testimonios de quienes habían declarado en el primer Proceso,  abierto –como hemos indicado- al año siguiente de su defunción (1761-1762).
       Se trabajaba en la Positio con ahínco y con seriedad, pero pronto nos dimos cuenta –y un postulador carmelita descalzo que llevaba la Causa de hermana María Felicia de Jesús Sacramentado, hoy Beata, en Paragüay, nos lo aconsejó por propia experiencia- de que la coordinación “a distancia” entre nuestros trabajos y el método a seguir romano necesitaban que el trabajo, hilvanado en el monasterio, tomase la forma requerida para su validez bajo la guía y la experiencia directa del Relator –don José Luís Gutiérrez- y del Postulador general –P. Ildefonso Moriones, OCD-. Con este motivo, la doctora María del Salvador no tuvo inconveniente en desplazarse por espacio de tres meses a la Ciudad eterna, donde se dedicó íntegramente a la elaboración final de la Positio, que quedó conformada por dos volúmenes, cumpliendo todas las normas eclesiásticas. Hay que decir que resultó un trabajo muy bello y completo, hermoso en su profundidad, del que ya se podía extraer el tesoro valioso y límpido de todas las virtudes heroicas de la Sierva de Dios, que ahora resplandecían con la verdad de su fulgor…

       La Positio Super Virtutibus, presentada en la Congregación para las Causas de los Santos, fue felizmente aprobada e impresa en Roma en octubre de 2006.

6. Evaluación de la Positio, continuando su camino "ad ulteriora".

     A partir de este momento, la Positio tendría que ser presentada para su examen a las diferentes Comisiones de Estudio, siguiendo el proceder jurídico de la Congregación. Así, el examen de la Positio Super Virtutibus fue debatida por los Consultores Históricos de la Congregación el 15 de noviembre de 2007. Un año más tarde, en 2008, se aprobaba y se elaboraba la redacción final de sus Votos. Formaban esta Comisión Histórica seis miembros del Dicasterio.
Cardenal Prefecto Ángelo Amato
         El siguiente paso a superar era la Reunión de la Comisión de Teólogos de la Congregación. El cardenal prefecto, Mns. Ángelo Amato, verdadero padre de esta Causa, nos escribe una atenta carta donde se nos dice que la Positio será examinada por esta Comisión a fines del año próximo, 2014. Esta carta del Prefecto tiene la fecha del 13 de junio de 2013. Para nosotras resultó una gran alegría y muestra de su delicadeza, pues denotaba la solicitud de su Eminencia hacia la Causa de nuestra Madre María Antonia, que transcurría a buen paso…
P. Postulador Romano Gambalunga
    Efectivamente, el 11 de Noviembre de 2014 celebraron su Congreso los Consultores Teólogos. Dos de sus 9 miembros presentan pequeñas objeciones que requieren ser matizadas y aclaradas por la postulación. En este momento, es el P. Romano Gambalunga, OCD -quien está desarrollando este servicio en la Orden del Carmelo Descalzo, habiendo sucedido en el mismo a P. Moriones-, el que, de nuevo en colaboración con el monasterio y con la Doctora María del Salvador, prepara una excelente “defensa”, que inmediatamente es acogida con agrado por los Miembros de la Comisión Teológica. Es así que en ese mismo año, septiembre de 2017, se imprime la Relatio Et Vota del Congreso Peculiar sobre las Virtudes de Madre María Antonia de Jesús con la aprobación unánime de los nueve miembros consultados.

       Llegábamos así a un momento verdaderamente apasionante de nuestra Causa. Ignorando cuánto tiempo podría transcurrir hasta que la Positio fuese presentada a su último examen en la Sesión Ordinaria de los Cardenales y Obispos del Dicasterio, todos los enamorados de esta noble Causa nos dedicamos a intensificar nuestra oración en su favor, como así nos lo había aconsejado hacer el cardenal Ángelo Amato, en otra carta con fecha del 21 de Noviembre de 2014.
   
Cardenal Prefecto, Angelo Becciu
   Vencido el tiempo que Dios tenía determinado, la postulación de la Orden tuvo a bien participarnos en su momento la proximidad de esta reunión de Cardenales y Obispos, que se verificó el 26 de septiembre de 2018, con la aprobación complacida de todos los miembros. Inmediatamente –el 8 de Noviembre de este mismo año (2018)-, aparece en el Boletín Oficial del Vaticano la noticia de que el nuevo Prefecto de la Congregación –card. Ángelo Becciu, estrenando apenas su nuevo cargo-, ha sido recibido en audiencia ordinaria el día anterior -7 de noviembre de 2018- por el Santo Padre, quien declara las Virtudes heroicas de la Sierva de Dios, Madre María Antonia de Jesús (O Penedo-España).

7. ¿Y ahora, qué?

     Esta noticiaDeclaración de su Venerabilidad- supone para todos los que la anhelábamos un hito determinante en el Proceso. Con esta Declaración papal, la Sierva de Dios recibe el título de Venerable, y puede recibir un culto público y una veneración universal. De hecho, el día 02 de Febrero de 2019, se prepara un conjunto de Actos importantísimos en el mismo monasterio de la Fundadora, en el que participa el señor Arzobispo -don Julián, visiblemente satisfecho-con gran cantidad de sacerdotes, religiosos y laicos, para solemnizar y dar lectura al Decreto de Venerabilidad, traído expresamente de Roma por nuestro padre postulador, Romano Gambalunga. En uno de estos Actos, nos explica el padre carmelita la situación actual de la Causa. En contra de lo que podría pensarse, no es lo más importante sentirnos “como si nos hubiesen colgado una medalla”; ni tampoco la “prisa” por alcanzar el milagro requerido para su Beatificación. Todo esto es un camino a seguir, pero lo importante es considerar que, como a santa, ya nos es presentada por la Iglesia como modelo a seguir y virtudes a imitar. 
P. Rafael Pascual el pasado 02 de febrero en nuestra Iglesia
     Importante, también –dado el aspecto místico y de escritora espiritual que caracteriza a Madre María Antonia de Jesús-, es dar a conocer sus propias Obras, comenzando por la publicación de su Autobigrafía, que es una verdadera joya que abarca los más vastos ámbitos, desde el de la cultura (valor literario de la obra, valor lingüístico, etc), hasta el de la espiritualidad, la mística, la psicología, e incluso la posible relación con otras religiones. A esta tarea se ha embarcado -con competencia y experiencia en sus años de colaboración con grandes teresianistas de nuestro tiempo- el padre Rafael Pascual Elías, conocedor como pocos del tratamiento de textos de esta índole particular.
El cardenal Rouco Varela felicitando a la Comunidad
           Nuestro común compromiso en estos momentos debe ser, por tanto, el de procurar conocerla más, conocer su experiencia personal en su itinerario hacia la Comunión con Dios, conocer lo que podríamos llamar “su estilo” de vivir su vida cristiana en los diferentes estados para seguirla en su ejemplar actitud, y darla a conocer a otros. Por último, invoquémosla mucho y cobrémosle amor de verdadera amiga y madre: bien de cerca tuvo ella la oportunidad de experimentar los sufrimientos inherentes a la vida cotidiana de las múltiples personas con las que trató. Su principal interés a lo largo de su existencia era el de aliviar, consolar, comprender y ser un reflejo del Amor misericordioso ilimitado del Dios que era para ella Esposo, Padre y Salvador: Trinidad Única en la que su alma vivía inhabitada por este “Piélago sin fondo, que es Su Amor”.
     Dejamos por el momento suspendida aquí la "Historia" de esta Causa. Que prontamente podamos añadir -para exaltación de nuestra humilde Venerable, y gloria de Dios, admirable en sus santos-, el reconocimiento del milagro que permita el acceso a su beatificación. Y después, sin detenernos, que se suceda el consiguiente milagro para su Canonización, con lo cual, la Iglesia y los fieles quedaremos enriquecidos con la valiosa santidad de esta hija preclara, providencial para ayudarnos justo ahora a atravesar este tercer milenio con su talante "siempre antiguo y siempre nuevo", tan actual y consolador. 


Autógrafo Madre María Antonia de Jesús



No hay comentarios:

Publicar un comentario