¡Celebrando el tercer centenario de la boda de María Antonia con Juan Antonio en la Fiesta de san José!

 ¿Cómo podríamos olvidar este hito tan memorable en la vida de nuestra querida Madre María Antonia de Jesús?...

Nos basta echar una mirada a su Cronología, y ya caemos en la cuenta de que, si la fecha de la Fiesta de nuestro Padre san José es clave en los acontecimientos más importantes de su vida, en este año de 2022, se cumplen trescientos años del enlace matrimonial ente María Antonia Pereira y Juan Antonio Valverde.

Nos sentimos dichosos de constatar que, a lo largo de los años que nos quedan por delante en este nuevo siglo, podremos celebrar -junto al de hoy- otros centenarios, pues habiendo nacido María Antonia a principios del siglo XVIII, , nos toca la fortuna de ir reviviendo y recreando los acontecimientos que jalonaron su existencia, desde su nacimiento, hasta su edificante tránsito de este mundo al Padre.

Con ocasión de este centenario de la boda de María Antonia, nos va a resultar muy interesante presentar algunos datos extraídos  de nuestro Archivo Conventual, que hacen relación con este magno acontecimiento; datos minuciosamente clasificados y encontrados por nuestra inolvidable Hna. Mª Inmaculada del Corazón de Jesús, que con tanta destreza de investigadora "a lo divino", sin salir de su clausura, logró  recabar como documentación fundamental para el Proceso de Canonización.

Real Colegiata de Santa María (Baiona)
Recordamos brevemente -y nos remitimos a la relación que ella misma hace, con magistral descripción de escritora autodidacta,  en su Autobiografía- cómo fue su proceso de discernimiento cuando llegó la hora de decidirse por un "estado de vida", según se acostumbraba a hacer en su tiempo. Después de haber deseado mucho ser religiosa, ante el apremio de doña María Do Campo, su madre, que deseaba ver ya asegurado el futuro de su hija se determina, -no muy convencida, la verdad sea dicha-, a abrazar el estado matrimonial. 

Una vez tomada la decisión, la única condición que pone es que la boda sea celebrada el día de su adorado Padrino, el glorioso patriarca san José. Esto supone cierta contrariedad en su madre, doña María: ¿cómo se va a celebrar la boda de su hija en tiempo de cuaresma, teniendo que guardar los ayunos y no comer carne según la austeridad con que por entonces se guardaban los preceptos? En esto María Antonia permanece inquebrantable: solo el contraer matrimonio bajo el patrocinio del que fue escogido para ser cabeza de la Familia Santa de Nazaret, le suavizará un tanto su pena.

Y llega así, el 19 de marzo del año de gracia 1722 -trescientos años que hoy se cumplen- en que se celebra en la Colegiata de Baiona -quizás con las prendas litúrgicas confeccionadas por ella misma, mientras vivió en casa del señor Abad- su solemne enlace matrimonial con el joven Juan Antonio, hombre de modesto nivel social, pero muy piadoso y honrado.

Bellísimo interior de la Colegiata de Santa María de Baiona

Nos parece que celebrar y recalcar la oportunidad de esta fecha centenaria es bueno, porque María Antonia pretendió hacer de la santa Familia de Nazaret un espejo de virtudes domésticas, para tratar de vivir su matrimonio practicando las mismas virtudes de esta "Trinidad en la tierra". De hecho, en muchas ocasiones hace mención de este empeño.

En nuestra comunidad celebraremos este acontecimiento ante todo rezando por todas las familias del mundo. Bajo el patrocinio de san José, la Iglesia siempre ha querido encomendar esta célula vital que es la familia, tan amenazada y tan maltratada por las corrientes sociales y políticas que buscan su desintegración más o menos solapadamente. Durante toda la jornada, al par que honramos a san José, pondremos ante los Restos de la Madre María Antonia las necesidades, sufrimientos y preocupaciones de todas las familias.

Precisamente la experiencia de este estado de vida que María Antonia abrazó con el deseo de elevarlo a un alto grado de santidad no solo personal, sino de cada uno de sus miembros, la convierte en intercesora ideal para todos los que llevamos en el corazón las inquietudes y problemas de nuestras familias. Le pedimos que solucione y favorezca las situaciones más penosas y conflictivas. ¡Confiamos en su intercesión!

Pasamos a transcribir aquí un documento muy interesante. Se tratar del Acta matrimonial de su boda en la Colegiata de Baiona. En posteriores entradas seguiremos haciendo referencia a este centenario, presentando la semblanza de su marido y de los miembros más cercanos a su entorno familiar, junto con algunos documentos alusivos.

Partida de Matrimonio de la Venerable Madre. Original, Archivo Histórico Diocesano de Tuy, Parroquia de Santa María de Bayona, Libro X de Casados, f. 18v. 

En diecinueve de marzo del año de mil setecientos veintidós, yo, el bachiller don Pedro González Tabarés, cura doblero de la colegiata de esta villa de Bayona por don Fernando de Heras Miera, abad y dignidad de ella, habiendo leído las tres amonestaciones en tres días festivos al ofertorio de la misa popular que se dice a mis feligreses, entre Juan Antonio de Valverde, hijo legítimo de Juan de Valverde y de María Domínguez, vecinos de esta villa de Bayona, con María Antonia Pereira, hija legítima de Manuel Pereira, ahora difunto y vecino que fue de Santa María de los Baños, arzobispado de Santiago, y de María Do Campo, también que fue vecina de dicha aldea y al de presente residente en esta dicha villa de Bayona. Y por no haber resultado impedimento pasé a casarlos, a presencia de don Bernardo Mosquera, abad de Belesar y vecino, del licenciado don Pedro Vicente, cura de Bahíña y vecino, y de Juan de Valver[de], vecino de Bayona, y otros. Y lo firmo.

                                             Bachiller Pedro González Tabarés

Juan Antonio de Valverde con María Antonia Pereira, según nota al margen.

En 13 de abril de dicho año se velaron, según nota al margen.



¡Las campanas cantan tu gloria, en el 262 aniversario de tu Pascua!

Como todos los años, llegamos a esta fecha del aniversario del fallecimiento de Madre María Antonia de Jesús con gran respeto y veneración. Hace justamente 262 años, la comunidad, mientras perdía de alguna manera la presencia física y visible de su querida y admirada Madre Fundadora, empezaba a experimentar los efectos múltiples o “signos” -que diría el evangelista Juan- de su eficaz protección e irradiación espiritual sobre las almas.

Siempre en esta fecha solemne de su óbito -10 de marzo- nos gusta transcribir algún testimonio de primera mano que nos imbuya de aquellos momentos, del ambiente que se respiraba en torno a la enferma, que ya daba muestras de ir llegando al final de su existencia, al ansiado encuentro con su Dios y Señor.

Consideramos que es muy interesante escuchar al médico que durante los últimos años de vida de Madre María Antonia la atendió con asiduidad, y damos una vez más gracias a la feliz inspiración secundada por el P. José de Jesús María de abrir el Proceso de su canonización al año siguiente de su muerte (1761-62).

Dejamos, pues, ante ustedes la declaración de don Pedro Bedoya y Paredes, hombre poco inclinado al idealismo o a la milagrería que no se pueda constatar con alguna base científica, como él mismo nos confía:

  

[En el Interrogatorio, a la segunda pregunta]… respondió no le tocaban las generales, que se llamaba don Pedro Bedoya y Paredes, que tenía sesenta años de edad y el estado de casado, era médico del ilustrísimo cabildo de esta ciudad de Santiago, donde era vecino, y no se sentía ligado con censura alguna. Y respondió […].

Y repreguntado si tiene noticia de su muerte y si concurrieron algunas circunstancias particulares en ella, dijo tenía noticia de su muerte por haberla asistido hasta su fin, pero que dos días antes de fallecer, la dijo, madre, póngase en la cama que está muy mala y mejor lo pasará en ella que levantada y estará más bien para curarse; a lo que le respondió la dicha: ¿Qué más tiene morirse en pie, que acostada? Y replicando el que declara: No ve madre que así en pie no se le pueden hacer las medicinas. Volvió a responder: Poco las necesito ya, conozco la buena voluntad de vuestra merced, pero esto me conviene. Dos días después de lo dicho, recibió un recado el declarante para que fuese a visitarla, y entrando, la halló muerta en el locutorio; desde donde la hizo conducir a su celda para que la compusiesen para sus exequias, y se retiró a su casa. El día siguiente, se le volvió a llamar con el motivo de que las religiosas notaban el semblante de la difunta en todo semejante al que tenía viva, y por tanto, les parecía que no estaba muerta; y habiendo entrado el que declara, notó lo mismo y que el color del rostro no era distinto del que siempre tuvo, que todas sus articulaciones estaban flexibles, aunque frío todo el cuerpo, por lo que para mayor seguridad la sangró del pie y salió la sangre tan flexible como si viviese.

No obstante estas pruebas, mandó no se le enterrase hasta el día siguiente, y a las cuarenta y ocho horas de haber muerto, volvió a sangrarla y salió la sangre del mismo modo, flexible y con un olor fragante, tanto, que hoy conserva un pañuelo que empapó en ella y con el mismo suave olor, manteniéndose flexibles los miembros y el semblante sin mudanza. Y que dicho pañuelo, con un pedazo de la camisa que le cortó al mismo tiempo, le conserva hoy con mucho aprecio y mantiene dicho suave olor, aunque no tan subido.

Y vuelto a preguntar si tiene las dichas circunstancias por milagrosas y por qué, y si sabe que antes o después de su muerte hiciese su Majestad por su intercesión alguna otra cosa milagrosa, respondió que durante su vida no tiene noticia más de lo que ha oído decir a otras personas de la ejemplar vida y ajustado virtuoso proceder de la referida madre, pero que a su saber y entender, la respuesta que dio al que declara dos días antes de morir, es muy regular inferir de ella que fue pronóstico de su muerte y que con efecto la conocía próxima, y que por algún motivo superior le convenía morir vestida y no desnuda en la cama; que el salir la sangre flexible, estar las articulaciones flexibles y el rostro natural después de cuarenta y ocho horas difunta, se puede tener por milagroso, pues no puede ser natural respecto de haber muerto de una enfermedad que totalmente se opone a la fluidez de la sangre, y no hay motivo para que se presuma que sus humores fuesen causa de la flexibilidad dicha de los miembros ni menos del color natural del rostro, pues antes bien, según la naturaleza de ellos debía haber perdido lo rosado y brillante del cutis, con otras razones físicas que se pueden presentar y hacen muy cierto el asunto. Y respondió".


Vamos a concluir este año nuestro homenaje con una novedad: Existe una comunidad de Carmelitas Contemplativos en Colombia, de reciente fundación, donde el espíritu y el magisterio doctrinal de la Madre María Antonia aletea con suma fuerza y vigor. Entre los numerosos jóvenes -novicios, muchos de ellos-,  que forman la comunidad, se ha creado una auténtica devoción hacia nuestra Venerable Madre. Ellos se han encargado de distribuir por todo el país colombiano, especialmente entre los Carmelos femeninos, numeroso material divulgativo, sobre todo estampas y reliquias que están haciendo mucho bien a las buenas gentes de esas tierras, donde la fe, gracias a Dios, todavía forma parte del "alma del pueblo". 

Para sentirse más unidos a todos los que a través del Blog tratamos de compartir nuestro amor y veneración hacia la Madre, han querido sorprendernos con este video que tiene el mérito de que sus tomas han sido expresamente escogidas para embellecer simbólicamente el mensaje de la Madre que nos transmite.

¡Que Dios les pague, queridos Hermanos Contemplativos de Girardota, tan precioso compartir! Madre María Antonia no dejará de bendecir sus vidas y cuidará del crecimiento espiritual y material de sus dos jóvenes Fundaciones que dan un sello de frescura al Carmelo universal!



Preparando ya, en vísperas del Dies Natalis, las Eucaristías que se celebrarán en honor a la Madre María Antonia de Jesús

 Estamos en vísperas de celebrar el nacimiento al cielo de nuestra querida Madre María Antonia. Nuestro gran colaborador e incondicional promotor de iniciativas en favor de la figura de su paisana de Cuntis, don Antonio Pena Abal, nos envía el orden de Misas semanal en el que se incluye la dedicada, mañana jueves 10, a nuestra Venerable Madre. Es  bueno que tengamos conocimiento de estos actos de culto público, para poder unirnos a ellos, si no es físicamente, que lo sea con un acto de presencia espiritual. ¡Y  de qué buena gana nos unimos a todos los asistentes que, una vez superada la pandemia del COVID-19, reanudan con un entusiasmo aún más redoblado y vibrante sus devociones y sus fiestas litúrgicas en torno a la Monxiña do Penedo! Desde este Carmelo compostelano, nos sentimos familia en torno al Altar de la parroquia de Nuestra Señora Santa María de los Baños, presidida por el querido don Juan Carlos Martínez, conocedor desde sus tiempos de seminarista de estos hermosos lares donde se desarrolló la primera infancia de Madre María Antonia de Jesús... 

Aprovechamos para informar que durante todo el día de mañana, en nuestro monasterio celebraremos este evento, el Díes Natalis de nuestra fundadora, con diversos actos litúrgicos. La eucaristía de las 8:15 am, presidida por nuestro actual capellán, don José Antonio Seoane -uno de los buenos conocedores de la Autobiografía de la Venerable, gran admirador de su espiritualidad y talante humanista-, será acompañada por cantos apropiados que con tanto mimo y cariño hemos preparado. Igualmente, en la Liturgia de las Horas tendremos referencias constantes hacia ella, con el Himno y los Cánticos Evangélicos entonados con la misma gratitud y alegría por la comunidad.

Que todos pasemos un buen día, dedicando algo de nuestro tiempo a la lectura y a la meditación de alguna de sus obras, recordando y agradeciendo este Regalo que Dios nos da en la humilde figura de su más fiel hija y esposa, 

¡Madre María Antonia de Jesús!