Primer Aniversario de una fiesta apoteósica: ¡Madre María Antonia de Jesús, Venerable!
Hace hoy exactamente un año, en
Primera actuación: la conferencia impartida con ameneidad por el Padre Postulador General, Fray Romano de la Transfiguración |
Me parece que todos recordamos vivamente los tres Actos que se fueron desarrollando en nuestro monasterio consecutivamente. Hoy, Festividad de la Presentación del Señor, Jornada Mundial de la Vida Consagrada 2020, en el primer aniversario de tan
emocionante y señalado día, nos complace poder presentarles la Traducción –extraída del texto latino- de dicho Decreto, que nos llega firmado por el actual
Prefecto de la
Congregación para las Causas de los Santos, y su Secretario.
Para poder revivir los sentimientos de regocijo y de gozo espiritual que calaba hondamente en nuestros corazones, jalonaremos esta Transcripción del Decreto
con fotografías rememorativas de aquel evento.
La gente disfrutaba escuchándole... ¡y aprendiendo! |
Aprovechamos para informarles de que seguimos atentamente el
discurrir de los Favores que nuestra Venerable Madre está otorgando a manos
llenas como respuesta a las muchas peticiones y muestras de confianza que le están dedicando numerosos fieles. En efecto: para hacer posible su declaración como Beata, sabemos que es
necesaria la verificación de un milagro extraordinario. De momento, no se ha conseguido el que reúna todas las necesarias condiciones, pero, para ser
agradecidas a quien tanto se está ocupando de nuestros problemas y
dificultades, hemos de decir que nos han llegado noticias orales de
importantísimas gracias que se han sucedido a lo largo de este año, sobre todo
con enfermos que estaban en estado crítico.
Algunos familiares de estos dolientes
nos expresan su sincero deseo de que sea público su agradecimiento, pues para
ellos es considerado un verdadero milagro de la Madre el haber salido de
estas situaciones irreversibles, tan sobrecogedoras por la extrema gravedad de
las intervenciones quirúrgicas que había que superar. Animamos a todos los que se están encomendando a ella -y nos comentan la admiración que les produce ver atendidas sus peticiones- a que nos lo comuniquen por escrito para tener constancia de ellas.
Las solemnes Vísperas fueron presididas por nuestro querido don Julián a quien acompañaba en el servicio litúrgico nuestro hermano de hábito, P. Rafael |
Exponemos a continuación la Transcripción del
Decreto Romano, al par que felicitamos a todos muy de corazón en este día en
que se cierra el ciclo de la
Navidad , ¡a vosotros, los que con vuestro afecto, devoción y
simpatía incondicional, nos acompañáis en esta andadura que continúa su
ascensión hacia la deseada elevación a
los altares da “Nosa Monxiña do Penedo”!
No solo el amplio grupo de consagrados se unía al rezo cantado de las Vísperas: también los laicos y los miembros de diferentes estados de vida participaron con visible fervor y hondura |
DECRETUM SUPER VIRTUTIBUS
"El
fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, magnanimidad, bondad, bondad, fidelidad,
mansedumbre, templanza" (Gal 5,22).
Primera página del texto original |
La
Sierva de Dios nació en El Penedo, España, el 5 de octubre de 1700, en el seno
de una familia religiosa. Analfabeta, a la edad de 7 años fue introducida en la
práctica de la oración mental y dos años más tarde comenzó a presentar los
fenómenos místicos que la acompañaron a lo largo de su vida. Tras la muerte de
su padre, la Sierva de Dios y su madre se trasladaron a la ciudad de Baiona. En
1722 se casó con Juan Antonio Valverde Domínguez, de quien tuvo dos hijos,
Sebastián Antonio, que ingresó en la Orden de Frailes Predicadores y partió a
Filipinas, y Leonor, que se hizo dominica en el convento de Loeches.
Cuando
su marido se trasladó a Cádiz y Sevilla, la Sierva de Dios desarrolló, también
gracias a sus experiencias místicas, una llamada a la vida religiosa y la
fundación de un monasterio carmelita. En 1728 hizo un voto de castidad sujeto
al permiso de su marido. Al año siguiente se puso el hábito de terciaria
carmelita y, durante la Semana Santa, tuvo una fuerte experiencia de la Pasión
del Señor. Durante este período aprendió -por un don sobrenatural- a leer y
escribir y comenzó a escribir su Autobiografía bajo la guía de su confesor.
La Sierva de Dios, de visita en Sevilla, consiguió convencer
a su marido de que aceptara la separación del matrimonio para poder orientarse
hacia la vida religiosa y a la contemplación: según la ley de la época esto era
posible de mutuo acuerdo a favor del status perfectionis. Los dos hijos,
todavía muy jóvenes, fueron entregados en custodia: el niño a su confesor, que
lo llevó a Roma, y la niña bajo el cuidado de una familia amiga. Su marido se
dedicó a la vida carmelita en el Colegio San Cirilo y ella hizo un primer
intento de fundar un monasterio en Santiago de Compostela. Incapaz de llevar a
cabo este proyecto por la oposición del obispo, decidió entrar en el monasterio
carmelita de Corpus Christi de Alcalá donde, el 19 de marzo de 1734, hizo la
profesión religiosa y, en 1741, fue elegida Priora.
Con la
aportación de dos bienhechores y tras largas negociaciones entre el Preposito
General de los Carmelitas Descalzos y las autoridades civiles españolas, en
1748 la Sierva de Dios y cinco hermanas iniciaron la nueva fundación en
Santiago de Compostela. En 1750 fue elegida Priora y, después de terminar su
servicio, tres años más tarde, fue encargada de la portería. En estos años
continuó escribiendo su Autobiografía y también el libro Edificio Espiritual.
En 1757 fue reelegida por unanimidad como Priora, pero en 1759 renunció a su
puesto y regresó al servicio de la portería.
Breve momento de oración durante la lectura... |
La
Sierva de Dios se destacó y fue particularmente apreciada por su vida
contemplativa, centrada en la devoción eucarística. Mujer humilde,
temperamental, obediente a la voluntad del Señor, estaba animada por la
esperanza y la confianza en Dios. Buscó el camino de la perfección. Era fuerte
para enfrentar las dificultades y el sufrimiento. Los Consultores insistieron
en su elección de la consagración, que para llevarla a cabo no dudó en dejar a
su marido y a sus hijos aún pequeños. Se señaló que esta decisión estaba de
acuerdo con la mentalidad de la época y fue tomada con la aprobación del Obispo
y del Párroco.
Su
espíritu vivo de fe se manifiesta sobre todo en la oración incesante, en la
búsqueda constante de la voluntad de Dios, en la devoción a la Santísima
Trinidad, en el misterio de la Cruz, en la Virgen María y en San José. Siempre
estuvo animada por su amor a Dios, que tradujo en caridad fraterna,
especialmente hacia los pobres.
María
Antonia de Jesús murió el 10 de marzo de 1760 en Santiago de Compostela. Sus
restos mortales fueron expuestos durante dos días y recibieron el tributo de
una multitud conmovida. El cuerpo mantuvo el color y la flexibilidad de la
vida, hasta el punto de provocar admiración.
Bendición del bellísimo Cuadro que quedaría expuesto para siempre sobre la Lápida con sus restos mortales |
Facta demum de hisce omnibus rebus Summo Pontifici Francisco per subscriptum Cardinalem Praefectum accurata relatione, Sanctitas Sua, vota Congregationis de Causis Sanctorum excipiens rataque habens, hodierno die declaravit: Constare de virtutibus theologalibus Fide, Spe et Caritate tum in Deum tum in proximum, necnon de cardinalibus Prudentia, Iustitia, Temperantia et Fortitudine, iisque adnexis, in gradu heroico, Servae Dei Mariae Antoniae a Iesu (in saeculo: Mariae Antoniae Pereira y Andrade), Monialis professae Ordinis Carmelitarum Discalceatorum, in casu et ad effectum de quo agitur.
Hoc autem
decretum publici iuris fieri et in acta Congregationis de Causis Sanctorum
Summus Pontifex referri mandavit.
Datum Romae, die 7 mensis Novembris a. D.
2018.
Espontaneo gesto del Postulador, mostrando el texto del Decreto al finalizar su lectura, provocando un caluroso y prolongado aplauso donde se veía el gran cariño hacia María Antonia |
¡Gracias sean dadas a Ti, Sancta Mater Ecclesiae,
por este Reconocimiento de la Santidad
de Nuestra
Venerable Madre
María Antonia de Jesús!
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