La experiencia de la Misericordia de Dios en la madre María Antonia.
Cuando se lee detenidamente la autobiografía de la madre María Antonia de Jesús, el lector percibe inmediatamente que su relación con Dios parte, incluso antes del desposorio espiritual, de su profundo enamoramiento de la Trinidad, especialmente de la segunda persona, el Hijo: Jesús. En ello podemos comprender que el motor de toda la empresa de esta mística del Penedo es el amor, que lo trasciende todo y lo afecta todo. El jesuita padre Arrupe nos acerca al movimiento que genera el amor en el creyente: “Lo que te enamora, lo que se apodera de tu imaginación, afectará a todo. Decidirá qué te saca de la cama por las mañanas, qué haces por las tardes, cómo pasas los fines de semana, qué lees, a quién conoces, qué te rompe el corazón y qué te asombra con alegría y gratitud. Enamórate, sigue enamorado, y eso lo decidirá todo”. La contemplación del misterio que la madre María Antonia alcanzó desde muy pequeña fue el motor de toda su vida, no solamente la espiritual, sino también su vida cot...











