¡Solemnidad y Romería del Carmen 2016!
“Esta Señora es la que está sobre los coros de los ángeles,
más inmediata al Rey de la
Gloria ” (Edificio Espiritual, f. 297v).
La vida espiritual de Madre María Antonia, que comenzó desde
el momento de su bautismo, se vio resaltada por un sello mariano, porque María
de Nazareth, “mi santísima Madre y Señora del Carmen”, quiso estar presente en
su trayectoria humana y mística.
Ya desde los días de su infancia y adolescencia plasmó María
en el corazón de María Antonia una bellísima inclinación hacia la pureza,
expresada en una gran limpieza de conciencia. Después de haberse casado y haber
llorado su irreparable situación, pues enseguida lamentó no haberse decidido
por la vida religiosa, le ayudó muchísimo el pensar que también la Santísima Virgen
se había desposado, y había asumido sus obligaciones con toda la entrega y
sencillez del mundo. No era, pues, “equivocación”, sino permisión de Dios, que -como
a la Virgen de
Nazareth- quería sublimar su vida de esposa terrena a esposa consagrada, con un
pacto nupcial irrevocable: de ahí el valor de la experiencia matrimonial por
ambas vivida.
Decorado interior del Arco de Flores que arropa a la Virgen en su Anda |
Siempre bajo la guía y el ejemplo de la Virgen , María Antonia
desahogaba su corazón con su Confidente celestial, porque su marido le negaba
el permiso para hacer voto de castidad privado, cuando de repente, nos explica
ella: “sentí que esta divina Señora en espíritu me ciñó por sus divinas manos
un cíngulo de pureza más blanco que los copos de la nieve”.
Instantánea del precioso Escapulario que María Santísima porta en su mano. |
María Antonia, de seglar y ya casada, le había pedido a su
marido vestir un hábito religioso, al uso de la época, y él se lo permitió con
gusto. Las doncellas que la acompañaban lo deseaban igualmente. Solicitó, pues,
el hábito de terciaria de san Francisco, denegado tres veces. Un día se retiró
a una habitación aparte, a hacer oración, y estando allí, dice: “resonó el
clarín de mi santísima Madre del Carmen, la que llenó de una soberana luz toda
mi alma”. La Virgen
la consoló y le dijo que tomase su santo Hábito y lo mismo sus discípulas. “Con
esto que entendió mi alma de esta divina Reina fue tanto, que sentí que
rebosaba al rostro exteriormente; y las otras que estaban en su oración se
vinieron corriendo, que me vieron de manera que decían: ‘Usted está toda mudada
y su rostro lo dice, que interiormente tiene alguna cosa extraña y de mucho
consuelo.Díganos, por Dios, que es lo que usted tiene de nuevo’. Ya les dije: ‘Hermanas mías, no os puedo decir otra cosa, sino que pienso quiere nuestra divina Reina que vistamos su santo hábito y que la sigamos en sus virtudes’” (Autobiografía, P.II, f. 183)
Majestuosa, la Reina del Carmelo... |
María Antonia siente profunda confianza hacia su Madre y
Modelo de Carmelita Descalza, María del Carmen.
La juzga poderosa, capaz de arreglar sus enmarañados asuntos, incluidas
las dificultades para entrar en el Carmelo. Siendo novicia en Alcalá de
Henares, su Profesión religiosa se vio amenaza por serios obstáculos que
trataban de impedir su perseverancia. Entonces, ante su amenazada felicidad,
como una niña lo haría con su madre, invoca a María con una mirada llena de
seguridad, lo que le merece la afirmación dulce de la Reina del Cielo: “Hija y
esposa de mi amado Hijo, no temas ni dudes, que profesarás a su tiempo” (Auto.
P.II, f.2).
Cuando María Antonia se convierte a su vez en “madre de
almas”, traduce los gestos delicados que de la Virgen ha aprendido: se
deja trabajar por la experiencia de quien antes que ella ha recibido el
testamento de la maternidad Universal, obrando bajo su luz y ejemplo. Sus hijas
y cuantos la trataron y le confidenciaron sus inquietudes y aspiraciones,
sentían como un “latido mariano” que salía de su corazón siempre atento y
compasivo…
¡Con qué gracia nos das a tu Hijo!... |
En fin, esta vivencia
mariana la refleja Madre María Antonia en su obra del Edificio Espiritual,
diciéndonos lo que ella ha visto que sucede a las almas místicas y entregadas: “Vemos
que cuando esta divina Reina quiere favorecer a alguno de sus siervos y amigos
se les aparece. Y para que el favor sea mayor, se les aparece con su divino
Hijo en sus brazos, pero de Niño hecho hombre. Y en él está encubierta debajo
de aquella santísima humanidad la divinidad del mismo Niño, Hijo de la divina
Reina de los Ángeles”.
En esta hora del atardecer, la silueta de la Fachada principal del Convento e Iglesia, se hace testigo mudo de la solemne y recogida Procesión |
Para disfrutar de la Romería que como todos los años vivimos en este
Santuario Carmelitano, remitimos y animamos a todos los amigos y compañeros de
este Blog de la Madre María
Antonia a visitar la página que hemos publicado el pasado año de 2015, con el
título que rezaba así: “El Barco del Carmelo reza y canta, etc”… Al mismo
tiempo, adjuntamos una galería de fotos llenas de colorido, cálidas y hasta
simpáticas, para poder gozar visualmente del enorme y magnífico fervor que ha
invadido, una vez más, este recinto y estas rúas compostelanas movidas por el
primer Impulso e Impacto que quiso dejar María Antonia de Jesús en su ciudad
amada, a honra y gloria perpetua de su santísima Madre y Señora del Monte
Carmelo,
¡¡¡la de la
Capa Blanca !!!...
La Solemne Procesión con la Madre comienza después del rezo del Rosario, coreado por cientos de voces populares que han venido -a veces cumpliendo más de 20 aniversarios- para agradecer y suplicar a la Reina de los Mares, pidiendo por tantas necesidades... Hoy traemos a nuestra oración comunitaria, sobre todo a las Familias, a los matrimonios en crisis, a los niños, a los ancianos... Para todos tiene la Virgen un consuelo que dar, una sonrisa con la que secar los ojos de quienes lloran sus penas más escondidas, pero Ella todo lo ve, todo lo sabe, todo lo conforta...
¡Viva la Virgen del Carmen!
El ambiente exterior, con la venta de rosquillas, velas y los objetos piadosos que ofrecen las Madres, junto con libros y manualidades, contribuye a hacer festivo el día: ¡todo se comparte!
Paseando contigo, Madre Adorada, la Belleza que Tú irradias invita a la sonrisa, al recogimiento y a la Paz...
Somos muchos, mi Señora, a seguirte...
¡Que nuestra comunión contigo crezca
y no nos separemos jamás de Ti...!!!
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