Una nueva jornada de gozo y alegría: VII Congreso de Cuntis

José, nuestro demandadero, felicitando a María Antonia
     Bienvenidos seáis los que esperabais esta croniquilla que ya se iba retrasando demasiado. Deseamos transmitiros los momentos de alegría y de compartir que hemos vivido juntos en el VII Congreso dedicado a Madre María Antonia.

       Todo empezó el pasado sábado, 6 de octubre, fecha en que hicimos confluir el Congreso cuntiense de este año con el día natalicio de la Sierva de Dios. De hecho, se procura que el Congreso se realice siempre en sábado, para facilitar la asistencia a todos los que vienen de algo más lejos, pero este año, podríamos considerarlo “jubilar”, por haber caído dicho sábado precisamente en el día en que la comunidad celebra por todo lo alto la fiesta en honor a su Madre María Antonia, “desde tiempo inmemorial”…

Casa habitada por la Madre en 1730
      Amaneció el día aquí en Santiago un poco lluvioso, pero en las hermosas tierras de María Antonia brillaba una serena y luminosa atmósfera, que al final lograron traernos por la tarde a la ciudad, pues un espléndido sol envolvió con su calor los Actos conmemorativos de la segunda parte del día, es decir, la Paraliturgia que preparamos en “nuestra iglesita” (como la llamaba la Madre María Antonia), permitiendo que todos los visitantes, al terminar, pudiesen darse su paseo por las zonas donde todavía existen las primeras casas donde se instaló la Sierva de Dios en sus diferentes venidas a Santiago antes de fundar.
       Estos Congresos de Cuntis han cobrado una muy definida “manera de ser”; diríamos que tienen como una estructura que los define, pero luego aparecen elementos diferentes cada año, que demuestran la capacidad de creatividad de los organizadores…

       Siguiendo, entonces, este boceto inicial, abrió el Congreso nuestro ya tan conocido y amado párroco de santa María de los Baños, sucesor de aquel otro párroco que en 1700 bautizó a la niña María Antonia en esa pila bautismal, don Juan Carlos Martínez Mariño. Se vio en esta ocasión acompañado de otros buenos amigos sacerdotes de lugares significativos comarcanos a la villa de Cuntis, en total cuatro párrocos: de Villagarcía, de Troáns, Cuntis y de la parroquia compostelana de san Cayetano, don Víctor Sánchez Lado, que por la tarde presidió los actos en el monasterio. Nos alegra mucho que el conocimiento y el aprecio hacia la Madre se vaya extendiendo entre este grupo sacerdotal de la diócesis, pues ellos están descubriendo una auténtica joya para su vida espiritual y les parece apasionante darla a conocer entre sus fieles, como una persona que tiene mucha riqueza que entregar y mucho con que ayudarnos en estos tiempos recios para los creyentes.

      El ponente de la conferencia –don Domingo González Lopo- se movía como pez en el agua en el salón de Actos. Se sirvió de una amplia pantalla donde se reproducían numerosas imágenes, mapas, itinerarios, porque su tema –que lo borda desde sus innúmeras investigaciones sobre el mismo- es nada menos que la devoción Mariana del Carmen en tierras gallegas, sus inicios y expansión secular. Y resulta curioso observar que no sólo la Galicia marinera es la que prontamente asumió esta devoción como suya, enamorándose de la “Estrella de los Mares”, sino que también las tierras no costeras, del interior, tienen una verdadera pasión hacia nuestra Señora del Carmen. Un claro ejemplo de ello lo vemos en las recientes hipótesis que se van haciendo sobre la posible influencia de la enorme devoción que reinaba en la parroquia cercana de Santa Cruz de Lamas, cuya cofradía se remonta al siglo XVIII.
         Nos comentaba más tarde la gente que el catedrático se había ganado la atención y el encanto por parte de todos, pues reúne las cualidades de un excelente orador lleno de amenidad, y de facilidad para conectar pronto y bien con la gente.

      La segunda parte de este Encuentro en el Balneario constituyó una sorpresa muy agradable, bien recibida por parte de todos: se hizo la presentación de una publicación muy querida por nosotras, carmelitas; un sueño acariciado y hecho realidad después de entusiastas esfuerzos, preparado con mucha ilusión. Se trata de la primera publicación de una Vida de la Madre María Antonia dirigida a los niños, con una narrativa llena de encanto, adaptada a la comprensión de los más peques, e ilustrando todo el hilo del texto unos dibujos, la verdad que muy bonitos, finos y sugerentes… La persona que ha hecho estos dibujos –la argentina Eugenia Torres- es una muy cercana amiga de nuestra comunidad, y conociendo su facilidad para el dibujo y su inspiración para darle hondura a lo que sale de sus lápices, le pedimos que nos hiciese esta parte importante del libro. Eugenia tuvo la oportunidad en el Congreso de explicar y desarrollar todo su sistema de trabajo de una manera realmente bella y delicada. Ella ha realizado muchos estudios en su país argentino para prepararse a ser catequista y para completar su formación en los campos diversos de la educación católica. De hecho, lo que aquí ha podido transmitir ha sido su idea principal al concebir cada dibujo del libro “La monjita del Penedo”: esos dibujos no están al azar, no se limitan a representar alguna escena que se está narrando. Quieren ir al fondo, quieren catequizar con cada gesto en el rostro, en las manos, en las posturas y en los ademanes.
En la amplia pantalla del ordenador escogió algunos que a ella le habían despertado similitudes en la actitud de María Antonia por ejemplo con la Virgen María. Así, en el dibujo en el que el papá de María Antonia riñe a sus hermanos traviesos, ella se pone entre su padre y sus hermanos como intercesora. En este sentido habló Eugenia, captando la atención de muchas madres de familia, que se sintieron animadas a ser “catequistas” en casa de sus propios hijos, con la buena ayuda de este precioso libro que está para estrenar. 

       Con estos entretenimientos tan interesantes y pedagógicos finalizó la mañana en el aula, sin faltar en un discreto rincón la exposición de las famosa Tartas “A Monxiña do Penedo” y los deliciosos “Penedos”, especie de “cocadas” que fueron presentados ya el año pasado con mucho éxito por su calidad. Durante el mediodía se verificó la visita a los santos lugares del nacimiento y primer despertar de María Antonia, donde su abuelo paterno instaló la hacienda junto con su mujer, doña Ana de Andrade. Un especial devoto de María Antonia se encargó de limpiar y aderezar el recinto que contiene las pocas ruinas que aún quedan, memorial silencioso de un gran pasado que conservamos con tanto amor y veneración… 



       La hora fijada para la Paraliturgia en el monasterio era a las 5: 30 de la tarde, y las buenas gentes cuntienses aquí estaban antes de dar el reloj… Presidía como hemos indicado, don Víctor Sánchez Lado, el sacerdote que desde el primer Congreso en 2011 no ha fallado ni un solo año, convirtiéndose en “memoria viva” de este evento singular que, con su infatigable constancia, no deja de difundirlo, apoyarlo y promoverlo entre las muchas personas que trata en sus numerosos apostolados. La Iglesia estaba muy bonita, sencilla, como nos gusta a todos, y le gustaba a María Antonia, con su sello de belleza, porque sencillez y belleza era lo que nuestra Venerable Madre aconsejaba en el trato con las cosas de Dios.

        En continuidad con el tema tratado por la mañana en el Balneario, también ahora se hizo por parte de las Hermanas la lectura de una serie de textos donde se intercalaban introducciones seguidas de las propias palabras de Madre María Antonia, narrando por sí misma su devoción inquebrantable a la Virgen María desde su más temprana niñez, acrecentada a medida que se iban sucediendo los años: su amor entrañable al Escapulario del Carmen “que siempre traía conmigo”, devoción compartida por su propio esposo; su amor entrañable al santo hábito carmelitano, hasta el punto de recibir la visita de la misma Virgen Santa, que le mostró su deseo de que lo tomara, y le enseñó el color de la túnica –blanco- que en la visión intelectual percibió “como de una luminosidad inmaterial”; su amor entrañable hacia el rezo del Rosario, que diariamente rezaba sin dejar jamás de hacerlo; en fin, la búsqueda de algún santuario mariano de la zona de Baiona – ermita de nuestra Señora de la Cela, en Baredo-, que le parecía muy apropiado para hacer la fundación que Dios le había pedido.
La voz de María Antonia resuena en boca de sus hijas...
     Después se hicieron dos lecturas bíblicas que completaron esta parte de escucha, y que bellamente don Víctor tomó como ilustrativas para el desarrollo de su homilía. En la misma, fue resaltando las ideas más importantes que habían ido fluyendo por la mañana en las diferentes ponencias, y como gran conocedor de nuestra Sierva de Dios, recalcó lo que podía servir de ejemplo para los oyentes de hoy, para imitarla y para incentivarnos más en su aprecio y discipulado. La verdad es que, como se nos dijo después en el locutorio, casi “se ponía la carne de gallina” al escuchar bajo su propio techo, en esta Casa de la Virgen, a la Madre María Antonia, con todo el peso de su elevada doctrina, que la Iglesia le está confiriendo y aprobando. ¡Es un deleite acercarse en grupo a escuchar sus experiencias –humanas y divinas- desde su propia pluma!

       Durante la sencilla procesión hacia su sepultura, portando el cestillo de flores como ofrenda simbólica de todos los presentes, la organista acompañaba con dulces notas a los oferentes, gesto éste de la ofrenda que significa mucho para todos, pues es el momento en que cada uno le pide sus gracias a la Madre, le pone a sus pies tantas necesidades, preocupaciones, lo que lleva en su corazón…
Cuntienses departiendo con las hermanas,
 disfrutando del encuentro

    Terminado el Acto litúrgico, nos dirigimos al encuentro amistoso y familiar en el locutorio. Eran ya rostros muy conocidos y queridos para nosotras, pues siete años de continuado compartir invitan a una cariñosa intimidad. Los nombres y los rostros nos consuelan mucho. Estas buenas gentes han sabido reconocer la valía de esta figura insigne de su tierra, y hemos podido charlar de cómo va adelante el Proceso de Canonización, los pasos que se siguen dando, y –esto lo recalcamos ahora para que se sumen también todos ustedes- la importancia de nuestra oración para que el Santo Padre nos otorgue prontamente el Decreto de Venerabilidad. Sería el paso determinante –junto a la aprobación de un milagro- para acceder sin más a su Beatificación.

       Muchos temas han salido en el ratito pasado en el locutorio. Da mucha devoción ver a familias con sus tres generaciones, todas comentando los recuerdos de sus mayores sobre tradiciones de lo que se sabe popularmente sobre María Antonia. Finalmente, los peregrinos se hicieron fotografiar ante el sepulcro de la Madre como recuerdo gratísimo de este nuevo Congreso, dando gracias a Dios por haberlo vivido, y deseando que el próximo sea igual de encantador. Por nuestra parte, nos resta agradecer todo este desmesurado amor hacia Madre María Antonia, que redunda en un amor hacia sus hijas y la obra que con tantos trabajos y generosidad dejó plantada en Galicia, cuna y nacimiento de la Orden de Santa Teresa de Jesús en este Reino señero y apostólico: ¡el Carmelo compostelano!

¡Los felices peregrinos junto al Sepulcro de la Madre!




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