¡Pentecostés! ¡La Fiesta del Espíritu!

 


¡Pentecostés 2022!... Este era nuestro pequeño cenáculo en la Vigilia del día de ayer noche, mientras nuestra comunidad se expresaba a través de la Palabra de Dios como "asamblea santa, pueblo sacerdotal, Pueblo de Dios"!

Nuestra Vigilia comenzó tras haber rezado la Hora litúrgica del Oficio de Lecturas. Al finalizar, hemos prolongado nuestra oración y alabanza, con la lectura más meditada y contemplada de la Palabra de Dios.

Inevitablemente, -y de muy buena gana- nos hemos querido unir a la gran familia de la Renovación Carismática y a todos los Movimientos que exultan de alegría y la expresan con una profunda vivencia de la Presencia del Espíritu en sus Asambleas.

En torno a la Palabra de Jesús -expresada en el Cirio pascual humeante-, y la presencia de su Madre, María, que acompañaba a los discípulos en oración-, se han ido desgranando las lecturas bíblicas proclamadas por las hermanas, seguidas del canto de sus respectivos responsoriales.

Estas lecturas meditadas han hecho "repasar" ante los ojos de nuestro corazón toda la riqueza y la Acción salvífica que atraviesa la Escritura, en los textos pneumatológicos más expresivos del profeta Ezequiel. Joel, Éxodo, hasta detenernos en el Nuevo Testamento, con los inagotables textos paulinos, y el Evangelio de Juan.

Es una gracia inmensa poder vivir en el ambiente recogido de un monasterio de clausura estos actos litúrgicos que la Iglesia prepara para nosotros con tanto cariño amoroso como un festín. Nos hace conscientes de que, lamentablemente, no siempre nos damos cuenta de esta Influencia del Espíritu Santo en nuestro ser. San Juan Pablo II no encontró mejor descripción para indicar quién era este Espíritu Santo que la de denominarlo como la Persona-Amor de la Trinidad.

¡Cuánto contenido tiene esta denominación! ¿Has tenido alguna vez la experiencia de sentirte por dentro dominado, desbordado por un Amor Vivo que irrumpió sin saber cómo dentro de tu ser?

¡Las "aves del Paraíso" de nuestra huerta
se abrieron oportunamente, justo para 
simbolizar esas "lenguas de fuego"!.
..

Es fácil que sí. Quizás no le hemos sabido poner nombre, pero Él, el Espíritu, la Persona-Amor, ha querido que fueses consciente de que Él está ahí, en tu vida, y que le gustaría que le tuvieses en cuenta, que en algún momento mires hacia tu interior y recuerdes que un Amor que es Persona -¡qué difícil personificar un "sentimiento", ¿no? - te quiere invadir y te quiere "trastornar", volverte ebrio, como  los apóstoles se sintieron con el ímpetu de su Esencia más pura: su mismo "Ser- Amor"

Desde este cenáculo de nuestro coro, lugar humilde y recogido, donde la M M Antonia también conoció experiencias elevadísimas de la Unción espiritual del Paráclito, te deseamos una muy feliz jornada en este domingo de Pentecostés. Y que esta felicidad te acompañe secretamente durante el resto del año; que, como María Antonia, experimentes que ya al salir de casa, el Divino Espíritu te acompaña y quiere sorprenderte con sus veneros continuos de ternura y amor.


¡Feliz Pentecostés, desde la Casa
de la que resultó ser una gran
 "tañedora de la cítara del Espíritu Santo",
la Madre María Antonia de Jesús! 


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