"UNA MUJER VESTIDA DE SOL,
CORONADA CON DOCE ESTRELLAS":
¡MARÍA!...


Peregrina del silencio, he llegado en pleno agosto a Compostela. ¡Es la segunda vez en este verano! En seis etapas, por el Camino portugués. Mi experiencia, una vez más, indescriptible. He encontrado, -¡qué nuevo regalo!-, una habitación cuya ventana da al atrio del convento de las Carmelitas.

Son las once de la noche. Estoy a punto de caer rendida, deseosa de un descanso en el que poder reconstruir tanta experiencias, tantos encuentros, tantas personas excelentes... 
De repente, el sonido inesperado de una campana, perfectamente ritmado e insistente, atrae con agrado mi atención.

Instintivamente abro la ventana, y me dejo subyugar, envolver... Lo que veo ante mis ojos es sencillo, es bello. Una atmósfera de paz, de contemplación, me invade... Sí, verdaderamente, en esta primera noche de llegada a la meta, la Virgen me ha esperado... La luz de las estrellas de su Corona, toda iluminada, cae sobre mi corazón. Me siento bendecida, acogida por la que ha guiado mis caminos. Demasiado tarde he sido capaz de reaccionar para grabar esta maravillosa experiencia... Pero creo que os transmitirá algo también a vosotros...  




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