Sus emotivas interpretaciones de las más variadas Ave Marías , tomadas de los más geniales compositores clásicos, se han ido desgranando día a día durante toda la Novena... Escucharle, en medio del ambiente que se crea en estos momentos tan intensos y especiales de las Eucaristías vespertinas, es difícil de reproducir de nuevo, porque "hay que vivirlo en el momento" para darse cuenta de cómo conmueve esta belleza, donde se aúna la que irradia María, junto a la belleza del mejor instrumento musical que podría soñarse: la voz humana, al natural.
Agradecemos de corazón a Anxo el que siga cultivando este don tan exquisito que Dios le ha regalado, pues denota una sensibilidad capaz de contagiar a quienes le escuchamos: una inefable experiencia de oración y de "galanteo" a la Señora, la Madre y Hermosura del Carmelo. ¡Aquí dejamos un pequeño esbozo de lo que nos gustaría convertir en oración y en contemplación, pues mirando la imagen de la Virgen, entregándonos siempre al Hijo, cada frase del Ave María cala muy dentro:¡"se la ve a Ella", tan Bella, tan Madre...!
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