¡Más hijos!

     Nuestro Señor cumple lo que promete, es así que después de casi tres siglos, sigue ensanchando el corazón de nuestra querida madre María Antonia de Jesús para recibir en su misma casa a sus nuevos hijos, los Hermanos Contemplativos del Carmelo. Ya el Señor lo había prefigurado en sus hijos de sangre Sebastián y Leonor, ahora su alma sigue engendrando hijos para el cielo. Sigamos orando en un mismo latir del Corazón de Jesús pidiendo por la salvación de las almas y construyendo juntos el Reino de Dios.    

    

    “Su divina Majestad continuamente me estaba dando deseos de padecer muchos trabajos a trueque de que se salvara alguna criatura por mi medio y que se supiera aprovechar de los méritos de nuestro Señor Jesucristo. Estando con estas súplicas continuas a su divina Majestad, sin discurso mío, oía estas palabras interiormente muchas veces:

                    –Yo quiero, amada mía, que me críes unas doncellas para mi servicio. Más hijas quiero que tengas a tu cargo que los dos hijos tuyos.

         A este modo eran las palabras que entendía del Señor, con otras que aludían a que quería su divina Majestad llevar almas a Sí por medio de esta pobre criatura. Y eran con tal fuerza, que yo no podía dejar de oírlas, aunque no quisiera. Yo me disculpaba fuertemente con mi indignidad al Señor, diciéndole quién era yo para criar almas en donde había de morar su divina Majestad: que tenía yo más necesidad de ser enseñada que de enseñar a otras lo que yo no sabía hacer para mí. Que eso no podía ser.”  

Autobiografía Venerable María Antonia de Jesús.

 

 

 

 Nos encomendamos a su oración para ser fieles al llamado de Amor que Cristo desde la Cruz y por mediación de la venerable fundadora de este Carmelo Gallego, que llevamos en nuestro pequeño corazón de indignos hijos suyos.