6 de Octubre de 2015: ¡aniversario de su nacimiento!

Talla de la Santa Madre, pertenencia del
 monasterio, expuesta  en la Catedral
.
Santa Teresa de Jesús y Madre María Antonia de Jesús

Cuadro al óleo 
de Madre Mª Antonia  de Jesús
     Acabamos de iniciar el mes de octubre, mes que en este Blog este año tendrá resonancias muy especiales, por estar todo él dedicado no sólo a nuestra SdD., sino también a nuestra Santa Madre Teresa de Jesús, promotora e iniciadora de toda la Reforma del Carmelo Descalzo. Y en el marco del V Centenario de su Nacimiento, nos parece de total necesidad y conveniencia dedicarles a las dos un homenaje común, con este sucinto estudio comparativo, que pretende mostrarnos a M. Mª Antonia como a una excelsa hija que ha tenido la misión de revitalizar en tierras gallegas no sólo la obra fundacional de la Santa avilesa, sino incluso el itinerario espiritual en un mismo grado de experiencia mística que las convierte a las dos en maestras de espíritu e Ideal de vida a seguir por todos nosotros. 

      Entre los santos existen afinidades misteriosas; como si el Señor se complaciese en unirlos. En la orden del Carmen tenemos el ejemplo de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, almas gemelas, que desde la diversidad de su experiencia personal se unieron en su trabajo y doctrina. Estas afinidades siguen caminos misteriosos: la Comunión de los santos, la comunicación con los bienaventurados. Este es el caso de Madre María Antonia de Jesús y santa Teresa de Jesús.

Desde la pequeña ventana de una celda,
¡infinitos raudales de nuevos horizontes!
      La cultura religiosa de Madre María Antonia era muy limitada en su juventud. No sabía nada de santa Teresa, sólo que era una santa de la Iglesia de Dios, pero “desde muy niña le rezaba cada día” (Autobiografía, T. I, P. I, f. 186), y sentía hacia ella una inclinación particular. Cuando, rodeada de sus discípulas, Madre María Antonia comenzó a pensar en la fundación que le había propuesto realizar el Señor, una noche, en sueños vio una comunidad que era una religión muy perfecta y de mucha gloria de Dios (Ibíd.), pero no sabía a qué Orden pertenecía. Con su intuición, le dieron deseos de saber si sería la Orden de santa Teresa, pero no tenía medio alguno para averiguarlo. En aquellos días le regalaron a su confesor un libro que contenía la Vida y el Camino de Perfección de santa Teresa, y se lo dio a María Antonia. Los horizontes que se abrieron a su alma fueron inmensos. No sólo reconoció allí la Orden que había visto en sueños, sino que encontró en las experiencias de oración que narra santa Teresa en su Vida un reflejo de su propia vida de oración.

           María Antonia vivió siendo seglar todos los grados de la vida mística, hasta los más elevados: Desposorio y Matrimonio espiritual. Estas experiencias tan íntimas eran totalmente nuevas para ella, y, a pesar de la seguridad que infunden, la tenía sorprendida. No conocía aún el Castillo Interior de santa Teresa. Cuando lo conoció su gozo fue muy grande:

       “Lo que puedo decir con toda verdad es que sentí en mi alma la sustancia y los efectos de aquello mismo que dice mi Santa Madre en las dos últimas moradas [...] Yo desde que vi lo que dice mi Santa Madre en las dos moradas dichas, parecía estaba leyendo todo lo que pasó por mí [...] descansar en aquel cielo empíreo que dice mi seráfica Madre, con aquel estilo tan inteligible [...] que su decir y modo de explicarse en estas cosas me tiene encantada, especialmente en aquellas dos últimas moradas suyas” (Autobiografía, ff. 323v-325).
         
Primera página del "Edificio Espiritual",
obra maestra de M. Mª Antonia.
    La compenetración con santa Teresa a que llegó Madre María Antonia a lo largo de su vida religiosa sería larga y prolija de señalar. Puede percibirse en la lectura del Edificio Espiritual, que es un trasunto interior, propio del siglo XVIII, del Camino y Castillo Interior que santa Teresa escribió en el siglo XVI. La hija asimiló la doctrina y contrastó su experiencia con la de su Santa Madre, y la expresó con originalidad, reflejo de su intensa vivencia personal. 
  Ambas, para tratar de oración antes de abismarse en la inmensidad de Dios comienzan asentando el edificio sólidamente. Santa Teresa dice: "Antes que diga de lo interior, que es la oración, diré algunas cosas que son necesarias tener las que pretenden tener oración" (Camino, 5, 3), y pasa a tratar de las virtudes. 
   Madre María Antonia antes de tratar de la oración, comparando el alma a un jardín señala que "sin las flores de las virtudes de poco nos puede servir tener tantas horas de oración, porque si ha de servirnos la oración para sacar el riego, que son los efectos de ejercitarnos en las virtudes no teniéndolas todavía [...] plantadas en su voluntad [...] no la podrá aprovechar el riego de su oración". (Edificio Espiritual, f. 203). 

          Esta similitud entre Teresa de Jesús y Madre María Antonia, que se refleja perfectamente en los escritos de la SdD., también fue percibida por quienes le trataron muy de cerca. Tenemos el testimonio de don José Ventura de Castro, que fue testigo como director espiritual de Madre María Antonia de Jesús. En su declaración (Tuy, julio, 1761) nos dice que yendo un día a Tuy y hablando con el canónigo magistral de su catedral, éste le dio un libro que contenía la Vida de santa Teresa escrita por ella misma y el Camino de Perfección, obra también de la Santa. Don José de Castro "le suplicó le prestase el dicho libro para tenerlo por algún tiempo, y se quedó admirado cuando leyendo en él vio que era la Vida de la Santa escrita por ella misma, en que trata de muchas cosas semejantes a las que pasaban actualmente por la dicha Madre María Antonia, así en orden a su aprovechamiento espiritual como al de la fundación. Y se le aumentó la admiración cuando en llegando a Bayona le comunicó la Madre lo que le había pasado en la oración" (f. 45).

Espacio orante en el interior del Carmelo:
 "Teniendo a Dios, todo se puede".

       Desde este "rincón orante", este Carmelo de Santiago de Compostela felicita hoy a todos los amantes de nuestra Orden, de nuestra espiritualidad…, y todos juntos felicitamos a la Madre Mª Antonia por su aniversario de nacimiento:

¡Dichoso el día en que Dios te trajo a nuestro mundo,
Madre  María Antonia de Jesús!



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