Oracion de la tarde 18:30 p.m

“Es aquí el amor impaciente, que no puede sufrir ausencias”.

Madre María-Antonia de Jesús


Si es verdad que a primera hora de la mañana nos ha reconfortado el primer encuentro con el Señor en oración silenciosa ante Él, nos espera ahora por la tarde de nuevo para otra hora entera dedicada a Su trato de amistad y compañía. Traemos a Su Presencia las fatigas y sudores de todo ser humano, en este momento, justo en la serenidad del caer de la tarde…

    Es un encuentro con la persona amada, sabemos que misteriosamente Él se está comunicando con nosotras. Aquí se esponja el corazón, unas veces para contarle sus penas, o sus temores, otras veces para no decirle nada más que un ¡Te quiero!, tal vez abrumadas por la experiencia de su intensa bondad y misericordia… ¡No es un “tiempo perdido”, sino un “tiempo entregado”, un "Tú a tú" que sana heridas y conmueve el alma!




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