¿Tras las huellas de un posible milagro?

       Con este esperanzado interrogante abrimos hoy nuestro “rincón carmelitano” dedicado a honrar y a dar a conocer todo lo más posible sobre M. Mª Antonia de Jesús, nuestra muy amable y bondadosa fundadora, que cada vez con más fuerza parece impulsar ella misma desde el cielo su propia Causa de Canonización, pues no dudamos que su intervención se hace patente de día en día con modos sorprendentes, como este que hoy les presentamos. Nos demuestra, así, hasta qué punto es importante, para el Carmelo, para la Iglesia, para cada ser necesitado de espiritualidad y de comunión con su Origen, Dios, que su figura y su ejemplar vida sea conocida y verificada como santa, es decir, como posible icono a imitar y amiga a quien pedir su intercesión.


¡Sí a la Vida!
Durante estos meses del año en curso, hemos vivido junto a una familia muy buena una verdadera “eclosión” espiritual. Hemos estado orando muy insistentemente, por la vida de una madre y un hijo que han corrido graves peligros. El desenlace final, del cual nos sentimos todos deudores de por vida, no se puede explicar –en principio- por ninguna maniobra o aplicación de la ciencia más o menos feliz, sino que, como veremos en el relato que una de las protagonistas nos hace, todo indica que solamente la intervención  de M. Mª Antonia, a quien se le encomendó explícitamente esta grave preocupación y angustia familiar, ha respondido a tantas súplicas, y ha obrado “el milagro” de tan admirable resultado. Dejamos que los lectores escuchéis en directo la carta que nos ha escrito una gran amiga de esta comunidad, que ha servido de enlace entre el Carmelo y la familia, ahora más que nunca, tan agradecida.

Juanito velando el sueño de su primo, el Niño Jesús




Detalle del Niño de la imagen policromada anterior.














     Aprovechamos para recordar con brevedad que dentro del trayecto que va siguiendo normalmente una Causa de este tipo como la nuestra, es necesario que, junto a la aprobación de la Positio super Vitutibus por las tres Comisiones de la Congregación -Comisión Histórica, ya aprobada; Comisión de los Teólogos, próxima a realizarse en el mes de noviembre de este año de gracia; y Comisión de Cardenales-, se dé también la aprobación de un milagro, para que el Santo Padre pueda proceder a su Beatificación. Este milagro, conlleva al igual que el resto de la Causa, un minucioso estudio que debe presentarse por numerosos peritos en la materia, bajo el gran marco de un Proceso analizado por un Tribunal eclesiástico. Es la seriedad que se merecen las intervenciones estrictamente milagrosas, inexplicables por el saber o el poder humano, pues la Santa Madre Iglesia se hace así creíble en el mundo y Dios es glorificado en sus santos por toda criatura. 
Nuestro Postulador General, P. Romano Gambalunga
a los pies de las aguas del Umia, a su paso por O Penedo.
De momento, estamos sólo ante un discreto y muy incipiente “brote” , del que desearíamos iniciar su tramitación, pero queremos ya compartirlo y dejar que todos ustedes participen de este gozo, de la felicidad del “buen paradero” de esta familia, y para que encomienden con redoblado afán todos estos proyectos para la Causa de la Sierva de Dios, si es para mayor gloria de Dios y bien de tantas almas. Mientras tanto, ¡a seguir invocando con verdadera amistad y con verdadero cariño a “nuestra Venerable”, que nos querría decir como decía san Pablo: “Hay más alegría en dar que en recibir”. ¡Dios sea siempre bendito y alabado!
¡Deo Gratias!

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