Soledad en la celda: ¡el Rosario!

“No dejaba de rezar el rosario y otras devociones que tenía”.

Madre María-Antonia de Jesús




La noche en su quietud nos invita a la oración. Dios se hace presente en la noche. El clima se vuelve sereno para rezar el rosario, contemplando los misterios. Es un obsequio a la Virgen, nuestra Madre y modelo, a cuyo culto y devoción dedicamos también nuestra vida. ¡El Carmelo es una Orden mariana!





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