¿Quieres compartir con nosotras durante este Adviento las "suertes" de Navidad?

 - ¿Y qué son las "suertes" de Navidad, para que podamos sumarnos a ellas?... Es esta una pregunta lógica, que nos permite compartir hoy contigo una de las tradiciones carmelitanas más entrañables para vivir el tiempo de Adviento como preparación para el Nacimiento del Niño-Dios.

"El Portal". "Al Niño Jesús que quiso bajar del Cielo y, abrasado en nuestro amor,
escogió un oscuro portal por morada, se lo edificará quien le toque en suerte,
siendo los cimientos humildad particularizada en no disculparse, y las paredes 
y techo, Presencia de Dios con actos fervorosos de amor".

Estas "suertes" consisten en un conjunto de cedulillas escritas a mano por una religiosa primitiva de la comunidad, en las que, con estilo fino y elegante, se distribuyen diferentes aspectos -partiendo de objetos materiales- que rodean el ambiente externo del Nacimiento de Jesús. Estas cédulas -en tamaño de octavilla- contienen, junto al objeto material, una reflexión espiritual en la que se invita a la religiosa a prepararse durante el Tiempo de Espera con una serie de prácticas devocionales, o con el ejercicio dinámico de alguna virtud que entra en conexión con la suerte que le ha tocado: desde "las pajas", "el Portal", "la estrella", el Canto de los Ángeles"..., hasta otras de índole más personal, algunas prendas de vestir -tales como "la camisita", "los pañales", "las mantillas", "el gorrito"-; por hacerse mención de estas últimas, en algunos Carmelos se habla simbólicamente de preparar "la canastilla del Niño Jesús".

Debajo de estas expresiones sencillas que pudieran parecer infantiles o pueriles, lo que se pretende es "calentar el corazón" de cada participante, focalizando hacia este aspecto espiritual indicado, ¡no por el azar, sino por la divina Providencia!, en el sorteo que se realiza en el Primer Domingo de Adviento

Al hacer nuestro sorteo de este año, hemos querido escoger dos especialmente para los que visitáis nuestro Blog. Así cada uno puede escoger libremente la que más le mueva  en su interior. Juzgamos que nuestra Venerable Madre María Antonia, que desde el inicio de la Fundación asentó con simpatía y fervor esta costumbre sencilla y profunda al mismo tiempo, es la que con todo su cariño de madre las ha pensado para cada uno de vosotros.

¿Estáis, pues, dispuestos a vivir con esta actitud interior de más oración, caridad y recogimiento este "tiempo de gracia", "tiempo de Espera" que la Iglesia nos regala?...

                             ¡Estamos seguras de que sí! 

"Las pajas". "Muy amables deben ser las pajas al alma humilde, por recordarla
los trabajos y humillaciones de Jesús en su Nacimiento, aunque duras y desabridas
fueron para Él, y aún lastimarían su tierno cuerpecito. Esfuércese el alma en desear
llevar con alegría los pequeños desvíos de las criaturas; así robará el amor del Niño,
viniendo a descansar en su alma estas Pascuas".

Y además, el sentido de "comunión fraterna" que hoy nos une en este santo "propósito", nos dará el impulso, la ilusión y la valentía de preparar muy gustosos a la Santa Familia de Belén un corazón -"un Portal" cálido y humilde, y "unas Pajas" blandas y enamoradas- que les haga olvidar la pobreza y la soledad de tan santa Noche.

¡Muy Feliz Adviento a todos! 

Cada uno demos lo poquitísimo que podamos:

¡Dios no mira la grandeza de la acción, 

sino el Amor con que se hace!

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