¡"Adiós con el corazón"..., Año Santo Compostelano!...

La Imagen-Relicario de Santiago Peregrino visitó hace pocas semanas nuestro convento. Nos gustará dedicarle a esta relevante y vistosa ceremonia una entrada en cuanto sea posible. Pero hoy, 31 de Diciembre del Año de gracia de 2022, en esta tarde, pocos minutos antes de que se Cierre solemnemente la Puerta Santa, nos agrada traer a la vista esta fotografía, que resume tan gráficamente lo que sentimos las Carmelitas Descalzas del Monasterio de Santiago en este día nostálgico en que se acaba un Año Jacobeo que hemos llevado grabado a fuego en nuestro corazón y en nuestras oraciones.

No podemos por menos de recordar que la querida M M Antonia, recibió como "misión de vida" la tarea de implantar en la Ciudad del Apóstol un Carmelo de la Orden de Santa Teresa, como prolongación de las Fundaciones que ella misma realizó en Castilla y Andalucía.

Esta tarde de fin de año civil, vivimos también un fin de Año Jubilar, y un fin de año de la vida de un gran hombre de Dios, hombre enamorado de la Iglesia, el Papa Emérito Benedicto XVI. Los cristianos nunca hablamos de coincidencias. Los planes de Dios, que siempre se acaban cumpliendo, no carecen de intenciones pedagógicas y de simbología espiritual. 

Así pues, al menos en la Ciudad de Compostela, todos vivimos estos tres acontecimientos como signos, al estilo del Evangelista San Juan, hermano de Santiago, que pone en la base de su Evangelio toda una teología y una historia de salvación en clave simbólica, lenguaje bellísimo que hay que saber descifrar.

También queremos hoy unirnos al duelo por este "humilde servidor en la viña del Señor" -como se definió a sí mismo el día de su elección al Papado-, para honrar su memoria y repasar con el corazón los momentos de su vida en que Papa Benedicto y los Caminos de Santiago convergieron, especialmente su visita a la Plaza del Obradoiro y a la Catedral en el año 2010, que recordamos con afecto y emoción.

Hoy al anochecer, después de haber podido disfrutar durante dos años largos de una luz muy especial que se encendía en la Torre de la Berenguela de nuestra Catedral compostelana -la llamada "Linterna de los Peregrinos"-, echaremos mucho en falta esta particular alegría que nos daba, concretamente a las carmelitas, que antes del último sueño, la veíamos relucir a poca distancia desde las ventanas de nuestras celdas...

Esa luz orientadora, que desde hace muchos siglos se ha seguido encendiendo fielmente Año tras Año Jubilar, hoy dejará de lucir hasta el próximo Xacobeo... Se cierra la Puerta Santa con la nostalgia sobre todo, de nuestro señor arzobispo, el bueno de D. Julián, y de todos los miembros que forman el Cabildo y sacerdotes diocesanos, que tanto se han esforzado por atender y cubrir las desbordantes solicitudes de todos los peregrinos que han llegado hasta la Tumba Apostólica, a pesar de que se necesitarían tantos más presbíteros para acoger a estos miles de peregrinos que anhelan al final de su Camino, un encuentro personal, sacramental, con Dios y con Jesucristo, estimulados por la Estrella de la Fe que el Señor Santiago irradia desde aquí en cada corazón caminante.

Según los últimos datos de la Oficina del Peregrino, se han entregado cerca de 500.000 Compostelanas -(desde la antigüedad se entregaban como certificado de la peregrinación)-, que es como hablar de una cifra volante, pues tantos habrán venido sin pasar por esta Oficina, con el único objeto de cumplir sus promesas o su necesidad de lanzarse al Camino en busca de Dios.

¡Empezamos a escuchar, solemnes y regias, las campanas de la Catedral, que indican que comienza la ceremonia del Cierre!... Con estremecida emoción nos unimos en oración y Acción de Gracias a este momento, desde la paz y la gratitud de este Carmelo, por todas las gracias derrochadas en este Año prolongado, que solo quien las ha vivido y recibido nos podrían decir el alcance y la transformación que han supuesto en sus vidas....

Como ha dicho el señor Arzobispo: 

"¡Se cierra la Puerta Santa, pero no se cierra 

la verdadera Puerta que es Cristo,

Camino, Verdad y Vida!"